/ jueves 27 de junio de 2019

Plan Estratégico de Desarrollo del Istmo de Tehuantepec

“La idea de unir a los dos océanos a través de nuestro Istmo estuvo ligada a diversas, fracasadas tentativas de construir un canal. Hasta 1880 empezaron a tenderse los rieles. La obra concluyó en 1894. Y los puertos de Coatzacoalcos y Salinas Cruz se inauguraron en 1907. Desde finales del Siglo XIX a los albores del XXI el planeta es otro. Pongamos al día nuestras aspiraciones”.- Rodolfo Echeverría Ruiz. El Universal, 2 septiembre de 2005.

En mi artículo, “Los caminos del istmo de Tehuantepec” enfaticé mi nexo espiritual con Oaxaca- que germinó en 1969 con la creación del Instituto Tecnológico Regional del Istmo en Juchitán- y manifesté mi beneplácito por la decisión del presidente López Obrador (AMLO) de poner en marcha el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec que lleva como soporte la modernización del Ferrocarril Transístmico y los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos.

Soy un convencido de la planeación estratégica con proyección transexenal, vinculada a la planeación gubernamental, y estructurada con la participación de la sociedad civil organizada, en el marco del Federalismo. Por eso le he dado seguimiento a los proyectos que en materia de planeación ha hecho AMLO durante sus primeros seis meses como Presidente de la República.

Especial atención he puesto al Plan Nacional de Desarrollo y a los planes y programas regionales que se han anunciado. Entre estos el Programa de Desarrollo del Istmo de Tehuantepec (Oaxaca y Veracruz) y el Plan Integral de Desarrollo de Centroamérica (México-Guatemala-Honduras-El Salvador), vinculado al llamado “Plan México Prosperidad y Empleo”, activado por el Acuerdo con Estados Unidos sobre migración y seguridad, signado el 8 de junio en respuesta a las amenazas arancelarias del presidente Trump. Acuerdo sobre el que expresó Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados, “Le hacemos un obscuro favor a los Estados Unidos”.

En el Istmo se va configurando un Plan Estratégico de Desarrollo transexenal que impulsará el desarrollo socioeconómico de la región -beneficiando a 79 municipios de Oaxaca y Veracruz- y revitalizará el crecimiento comercial de nuestro país en el marco de la economía global del siglo XXI, aprovechando mejor los 12 tratados internacionales de libre comercio que México tiene con 46 países de América, Asia, Europa y Oceanía. Entre estos el de libre comercio con Estados Unidos y Canadá aprobado por el Senado (T-MEC) y el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP).

El macro proyecto de desarrollo del Istmo inicia en un escenario complejo por el quebranto de las relaciones de México con Estados Unidos y por la ola expansiva -tecnológica y económica- de China que cada día se va convirtiendo en la hiperpotencia global del siglo XXI y tiene en marcha el Proyecto Transcontinental One Belt – One Road, que incluye un corredor económico, una ruta marítima y magnas obras de infraestructura de comunicaciones – ferrocarriles de alta velocidad – que conecta a 60 países de Europa y Asia y mediante puertos comerciales pretende llegar a África y América Latina.

Las relaciones con ambas potencias mundiales pueden tener repercusiones en el sustento técnico y financiero en el gran proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

El Istmo de Tehuantepec por su singularidad geográfica y geoestratégica, es el espacio territorial – la cintura de México de 200 km – de histórica importancia comercial. Paso propicio entre los océanos Pacífico y Atlántico, situado entre Asia y Europa y entre América del Norte, Centroamérica y América del Sur. La opción ya no es construir un canal como el de Panamá.

El Plan Estratégico del Istmo que se va configurando a partir de las decisiones del gobierno federal, por la magnitud de las obras que se ha enumerado tendrá una proyección a largo plazo, transexenal, pero en el sexenio 2018-2024 se empezará a instrumentar en dos etapas. La primera durante los años de 2019 y 2020 con acciones concentradas en la construcción de la infraestructura del Sistema Integrado de Transportación y Comunicación; la segunda como Zona Libre – con incentivos fiscales – arrancará en 2021. Pero cabe precisar que no empezará de cero. Se toman en cuenta planes, proyectos y obras que se han emprendido en diversas coyunturas históricas de los siglos XIX y XX, a las cuales me refiero a continuación.

En 1969, cuando realizábamos los estudios socioeconómicos para justificar la creación del Instituto Tecnológico Regional del Istmo en Juchitán, además de sumarme a las demandas de las comunidades y autoridades, tuve la oportunidad de analizar y valorar las diversas iniciativas que con un enfoque regional, estatal, nacional y global se pusieron en marcha. Entre las grandes obras de infraestructura y proyectos históricos impulsados por el gobierno federal resaltan: Uno. El Ferrocarril Transístmico, inaugurado en 1907 junto con los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz; Dos. La Carretera Panamericana y la transístmica construidas en la década de los cuarenta; Tres. El Aeropuerto de Ixtepec (Base Militar Nº 2) construido durante la Segunda Guerra Mundial.

A estas obras de transporte y comunicación se suman las refinerías de Salina Cruz y Minatitlán, la Central de Maquinaria de los F.F.N.M y la cementera Cruz Azul en el Municipio de Matías Romero, y la Planta Termoeléctrica y la Impregnadora ubicada en Juchitán.

En cuanto a planes de Desarrollo, en el horizonte de largo plazo, impulsados por el gobierno federal, en los umbrales del siglo XX y primeros años del XXI han dejado huella; el Plan Puebla – Panamá que consideraba, en los noventa, el denominado “Programa Integral de Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, y la Zona Económica Especial Salina Cruz-Coatzacoalcos que se puso en marcha en 2016.

Otro hecho referencial de los alcances del Plan Estratégico, es la creación, el 14 de junio de 2019, del organismo descentralizado, Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), que tiene como funciones principales instrumentar una plataforma logística que integre la prestación de servicios de Administración Portuaria (API) que se realizan en Coatzacoalcos y Salina Cruz y su interconexión, mediante el ferrocarril que une el Pacifico y el Atlántico. En ese marco forman parte del CIIT, el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec y las API de Salina Cruz y Coatzacoalcos.

LO QUE SIGUE:

En concordancia con ese objetivo y las funciones del CIIT y la diversidad de anuncios que se han hecho en el primer semestre del gobierno de AMLO, se inician las siguientes obras de infraestructura de gran calado, para las que se ha considerado cifras billonarias de recursos públicos y financiamiento nacional e internacional.

Uno. La modernización del Ferrocarril Transístmico Salina Cruz – Coatzacoalcos para pasaje y carga (304 km); Dos. Modernización de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos. Terminales portuarias y muelles para el atraque de buques contenedores; Tres. Ampliación de la Carretera Salina Cruz – Coatzacoalcos (314 km); Cuatro. Construcción de infraestructura y redes de conectividad con fibra óptica para facilitar su operación en telecomunicaciones a escala global; Cinco. Rehabilitación de las refinerías de Salina Cruz y Coatzacoalcos; Seis. Construcción de un gaseoducto para abastecer empresas consumidoras domésticas; Siete. Reactivación de los parques eólicos (que podrían producir el 55% de la energía renovable del país); Ocho. Modernización del sistema de educación técnica y superior; Nueve. Inversión pública, privada, nacional e internacional. Se anunció que en el presupuesto federal 2019 se cuenta con ocho mil millones de pesos.


“La idea de unir a los dos océanos a través de nuestro Istmo estuvo ligada a diversas, fracasadas tentativas de construir un canal. Hasta 1880 empezaron a tenderse los rieles. La obra concluyó en 1894. Y los puertos de Coatzacoalcos y Salinas Cruz se inauguraron en 1907. Desde finales del Siglo XIX a los albores del XXI el planeta es otro. Pongamos al día nuestras aspiraciones”.- Rodolfo Echeverría Ruiz. El Universal, 2 septiembre de 2005.

En mi artículo, “Los caminos del istmo de Tehuantepec” enfaticé mi nexo espiritual con Oaxaca- que germinó en 1969 con la creación del Instituto Tecnológico Regional del Istmo en Juchitán- y manifesté mi beneplácito por la decisión del presidente López Obrador (AMLO) de poner en marcha el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec que lleva como soporte la modernización del Ferrocarril Transístmico y los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos.

Soy un convencido de la planeación estratégica con proyección transexenal, vinculada a la planeación gubernamental, y estructurada con la participación de la sociedad civil organizada, en el marco del Federalismo. Por eso le he dado seguimiento a los proyectos que en materia de planeación ha hecho AMLO durante sus primeros seis meses como Presidente de la República.

Especial atención he puesto al Plan Nacional de Desarrollo y a los planes y programas regionales que se han anunciado. Entre estos el Programa de Desarrollo del Istmo de Tehuantepec (Oaxaca y Veracruz) y el Plan Integral de Desarrollo de Centroamérica (México-Guatemala-Honduras-El Salvador), vinculado al llamado “Plan México Prosperidad y Empleo”, activado por el Acuerdo con Estados Unidos sobre migración y seguridad, signado el 8 de junio en respuesta a las amenazas arancelarias del presidente Trump. Acuerdo sobre el que expresó Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados, “Le hacemos un obscuro favor a los Estados Unidos”.

En el Istmo se va configurando un Plan Estratégico de Desarrollo transexenal que impulsará el desarrollo socioeconómico de la región -beneficiando a 79 municipios de Oaxaca y Veracruz- y revitalizará el crecimiento comercial de nuestro país en el marco de la economía global del siglo XXI, aprovechando mejor los 12 tratados internacionales de libre comercio que México tiene con 46 países de América, Asia, Europa y Oceanía. Entre estos el de libre comercio con Estados Unidos y Canadá aprobado por el Senado (T-MEC) y el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP).

El macro proyecto de desarrollo del Istmo inicia en un escenario complejo por el quebranto de las relaciones de México con Estados Unidos y por la ola expansiva -tecnológica y económica- de China que cada día se va convirtiendo en la hiperpotencia global del siglo XXI y tiene en marcha el Proyecto Transcontinental One Belt – One Road, que incluye un corredor económico, una ruta marítima y magnas obras de infraestructura de comunicaciones – ferrocarriles de alta velocidad – que conecta a 60 países de Europa y Asia y mediante puertos comerciales pretende llegar a África y América Latina.

Las relaciones con ambas potencias mundiales pueden tener repercusiones en el sustento técnico y financiero en el gran proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

El Istmo de Tehuantepec por su singularidad geográfica y geoestratégica, es el espacio territorial – la cintura de México de 200 km – de histórica importancia comercial. Paso propicio entre los océanos Pacífico y Atlántico, situado entre Asia y Europa y entre América del Norte, Centroamérica y América del Sur. La opción ya no es construir un canal como el de Panamá.

El Plan Estratégico del Istmo que se va configurando a partir de las decisiones del gobierno federal, por la magnitud de las obras que se ha enumerado tendrá una proyección a largo plazo, transexenal, pero en el sexenio 2018-2024 se empezará a instrumentar en dos etapas. La primera durante los años de 2019 y 2020 con acciones concentradas en la construcción de la infraestructura del Sistema Integrado de Transportación y Comunicación; la segunda como Zona Libre – con incentivos fiscales – arrancará en 2021. Pero cabe precisar que no empezará de cero. Se toman en cuenta planes, proyectos y obras que se han emprendido en diversas coyunturas históricas de los siglos XIX y XX, a las cuales me refiero a continuación.

En 1969, cuando realizábamos los estudios socioeconómicos para justificar la creación del Instituto Tecnológico Regional del Istmo en Juchitán, además de sumarme a las demandas de las comunidades y autoridades, tuve la oportunidad de analizar y valorar las diversas iniciativas que con un enfoque regional, estatal, nacional y global se pusieron en marcha. Entre las grandes obras de infraestructura y proyectos históricos impulsados por el gobierno federal resaltan: Uno. El Ferrocarril Transístmico, inaugurado en 1907 junto con los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz; Dos. La Carretera Panamericana y la transístmica construidas en la década de los cuarenta; Tres. El Aeropuerto de Ixtepec (Base Militar Nº 2) construido durante la Segunda Guerra Mundial.

A estas obras de transporte y comunicación se suman las refinerías de Salina Cruz y Minatitlán, la Central de Maquinaria de los F.F.N.M y la cementera Cruz Azul en el Municipio de Matías Romero, y la Planta Termoeléctrica y la Impregnadora ubicada en Juchitán.

En cuanto a planes de Desarrollo, en el horizonte de largo plazo, impulsados por el gobierno federal, en los umbrales del siglo XX y primeros años del XXI han dejado huella; el Plan Puebla – Panamá que consideraba, en los noventa, el denominado “Programa Integral de Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, y la Zona Económica Especial Salina Cruz-Coatzacoalcos que se puso en marcha en 2016.

Otro hecho referencial de los alcances del Plan Estratégico, es la creación, el 14 de junio de 2019, del organismo descentralizado, Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), que tiene como funciones principales instrumentar una plataforma logística que integre la prestación de servicios de Administración Portuaria (API) que se realizan en Coatzacoalcos y Salina Cruz y su interconexión, mediante el ferrocarril que une el Pacifico y el Atlántico. En ese marco forman parte del CIIT, el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec y las API de Salina Cruz y Coatzacoalcos.

LO QUE SIGUE:

En concordancia con ese objetivo y las funciones del CIIT y la diversidad de anuncios que se han hecho en el primer semestre del gobierno de AMLO, se inician las siguientes obras de infraestructura de gran calado, para las que se ha considerado cifras billonarias de recursos públicos y financiamiento nacional e internacional.

Uno. La modernización del Ferrocarril Transístmico Salina Cruz – Coatzacoalcos para pasaje y carga (304 km); Dos. Modernización de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos. Terminales portuarias y muelles para el atraque de buques contenedores; Tres. Ampliación de la Carretera Salina Cruz – Coatzacoalcos (314 km); Cuatro. Construcción de infraestructura y redes de conectividad con fibra óptica para facilitar su operación en telecomunicaciones a escala global; Cinco. Rehabilitación de las refinerías de Salina Cruz y Coatzacoalcos; Seis. Construcción de un gaseoducto para abastecer empresas consumidoras domésticas; Siete. Reactivación de los parques eólicos (que podrían producir el 55% de la energía renovable del país); Ocho. Modernización del sistema de educación técnica y superior; Nueve. Inversión pública, privada, nacional e internacional. Se anunció que en el presupuesto federal 2019 se cuenta con ocho mil millones de pesos.