/ lunes 10 de julio de 2023

Sociedad de Alumnos de 1966, en el ITD

El 75 aniversario de la fundación del Tecno es el marco propicio para la reflexión de la comunidad técnica sobre la trayectoria histórica y la visión de futuro institucional en la que desde distintas posiciones hemos participado los diversos segmentos de la comunidad técnica, profesores, investigadores, alumnos, directivos y egresados.

Las conmemoraciones fortalecen nuestra identidad institucional, en el entendido que el Tecnológico se creó y desarrolló como una obra colectiva en la que ha coadyuvado una comunidad de generaciones, que desde la década de los 40 se ha vinculado a la política educativa impulsada por la SEP y a los proyectos de desarrollo de Durango, configurados por los gobiernos del estado, atendiendo las demandas sociales y el imperativo de lograr el desarrollo socioeconómico. En los 60 nuestro anhelo era la industrialización de los recursos naturales del estado y la formación profesional de la juventud. Educación y empleo.

En el trayecto de los 75 años del Tecno, las sociedades de alumnos han sido un segmento participativo en la vida de la comunidad técnica, vinculados a los directores, y en asuntos internos; pero no hemos dimensionado con justicia, un hecho histórico trascendente que impactó en grado superior a todos los sectores sociales, económicos y políticos de Durango. El Movimiento Estudiantil del Cerro de Mercado, detonado por la Sociedad de Alumnos -que presidía Vicente Roldán Galindo- el 2 de junio de 1966 con la toma y ocupación del Cerro de Mercado y las instalaciones de la concesionaria Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey (CFFAM), organizado en campamentos, los estudiantes mantuvieron 57 días la demanda de la instalación de una planta siderúrgica y la industrialización de Durango.

Como egresado de Ingeniero Industrial en 1966, me ha tocado ser testigo e intervenir desde diferentes posiciones en los programas conmemorativos de los 30, 50, 60 y 70 aniversario. En todas, el eje cardinal de la celebración ha sido la rememoración histórica, el reconocimiento a los fundadores y la expresión colectiva del orgullo, así como la puesta en marcha de proyectos para seguir siendo la vanguardia estatal y nacional en educación técnica superior, refrendando con los mejores resultados el reconocimiento social y el apoyo de las autoridades educativas y gubernamentales.

Pero motivado por el libro de José Guillermo Adame Calderón, escrito en 2008 “Los presidentes de la Sociedad de Alumnos del Tecnológico de Durango. Memoria colectiva”, esta vez me referiré a una página histórica que escribió la Sociedad de Alumnos, con su arrojo de juventud y amor por Durango. En mi narrativa subrayo la iniciativa y activismo de la Sociedad de Alumnos que encabezaba Vicente Roldán, y que integraron, entre otros, Guillermo Calvillo Martínez, Francisco Javier Salas y Jovino Nevárez Sánchez.

El que escribe, cuando estaba por concluir la carrera de Ingeniero Industrial participó en el Consejo de Gobierno Estudiantil (CGE), estructurado el 4 de junio, y como vicepresidente de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET). Intervino en todas las negociaciones que se hicieron en el estado, con la CFFAM y con la Secretaría de Patrimonio Nacional (SEPANAL) del gobierno federal durante los meses de junio del 7 al 20 y de julio del 8 al 25.

Como se ha documentado en una decena de libros, la movilización estudiantil, fue coordinado por el CGE que representó primero a los estudiantes y luego al pueblo, en las negociaciones. Se integró con dirigentes de 8 escuelas de educación media y superior, entre éstas, la UJED, el ITD y la Escuela Normal del Estado.

En mi libro “Durango el Movimiento Estudiantil del Cerro de Mercado de 1966”, apunté que este fue el tercer hecho histórico del Durango del siglo XX, después de la Revolución Mexicana y del Movimiento Cristero. Así mismo, resalté el papel de las organizaciones protagónicas que se crearon en los primeros 10 días,

Los campamentos, el Comité de Huelga Estudiantil de la Universidad Juárez, el Comité de Fuerzas Activas y Productivas, las Asambleas Públicas en la Plaza de Armas, la huelga en todas las escuelas del Estado y la FNET, que logró la atención al CGE, de parte del presidente Gustavo Díaz Ordaz.

El 75 aniversario de la fundación del Tecno es el marco propicio para la reflexión de la comunidad técnica sobre la trayectoria histórica y la visión de futuro institucional en la que desde distintas posiciones hemos participado los diversos segmentos de la comunidad técnica, profesores, investigadores, alumnos, directivos y egresados.

Las conmemoraciones fortalecen nuestra identidad institucional, en el entendido que el Tecnológico se creó y desarrolló como una obra colectiva en la que ha coadyuvado una comunidad de generaciones, que desde la década de los 40 se ha vinculado a la política educativa impulsada por la SEP y a los proyectos de desarrollo de Durango, configurados por los gobiernos del estado, atendiendo las demandas sociales y el imperativo de lograr el desarrollo socioeconómico. En los 60 nuestro anhelo era la industrialización de los recursos naturales del estado y la formación profesional de la juventud. Educación y empleo.

En el trayecto de los 75 años del Tecno, las sociedades de alumnos han sido un segmento participativo en la vida de la comunidad técnica, vinculados a los directores, y en asuntos internos; pero no hemos dimensionado con justicia, un hecho histórico trascendente que impactó en grado superior a todos los sectores sociales, económicos y políticos de Durango. El Movimiento Estudiantil del Cerro de Mercado, detonado por la Sociedad de Alumnos -que presidía Vicente Roldán Galindo- el 2 de junio de 1966 con la toma y ocupación del Cerro de Mercado y las instalaciones de la concesionaria Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey (CFFAM), organizado en campamentos, los estudiantes mantuvieron 57 días la demanda de la instalación de una planta siderúrgica y la industrialización de Durango.

Como egresado de Ingeniero Industrial en 1966, me ha tocado ser testigo e intervenir desde diferentes posiciones en los programas conmemorativos de los 30, 50, 60 y 70 aniversario. En todas, el eje cardinal de la celebración ha sido la rememoración histórica, el reconocimiento a los fundadores y la expresión colectiva del orgullo, así como la puesta en marcha de proyectos para seguir siendo la vanguardia estatal y nacional en educación técnica superior, refrendando con los mejores resultados el reconocimiento social y el apoyo de las autoridades educativas y gubernamentales.

Pero motivado por el libro de José Guillermo Adame Calderón, escrito en 2008 “Los presidentes de la Sociedad de Alumnos del Tecnológico de Durango. Memoria colectiva”, esta vez me referiré a una página histórica que escribió la Sociedad de Alumnos, con su arrojo de juventud y amor por Durango. En mi narrativa subrayo la iniciativa y activismo de la Sociedad de Alumnos que encabezaba Vicente Roldán, y que integraron, entre otros, Guillermo Calvillo Martínez, Francisco Javier Salas y Jovino Nevárez Sánchez.

El que escribe, cuando estaba por concluir la carrera de Ingeniero Industrial participó en el Consejo de Gobierno Estudiantil (CGE), estructurado el 4 de junio, y como vicepresidente de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET). Intervino en todas las negociaciones que se hicieron en el estado, con la CFFAM y con la Secretaría de Patrimonio Nacional (SEPANAL) del gobierno federal durante los meses de junio del 7 al 20 y de julio del 8 al 25.

Como se ha documentado en una decena de libros, la movilización estudiantil, fue coordinado por el CGE que representó primero a los estudiantes y luego al pueblo, en las negociaciones. Se integró con dirigentes de 8 escuelas de educación media y superior, entre éstas, la UJED, el ITD y la Escuela Normal del Estado.

En mi libro “Durango el Movimiento Estudiantil del Cerro de Mercado de 1966”, apunté que este fue el tercer hecho histórico del Durango del siglo XX, después de la Revolución Mexicana y del Movimiento Cristero. Así mismo, resalté el papel de las organizaciones protagónicas que se crearon en los primeros 10 días,

Los campamentos, el Comité de Huelga Estudiantil de la Universidad Juárez, el Comité de Fuerzas Activas y Productivas, las Asambleas Públicas en la Plaza de Armas, la huelga en todas las escuelas del Estado y la FNET, que logró la atención al CGE, de parte del presidente Gustavo Díaz Ordaz.