/ jueves 4 de noviembre de 2021

Que la brecha no se vuelva abismo

El Foro de París sobre la Paz es una iniciativa que lanzó el presidente de Francia, Emmanuel Macron. Se inauguró en 2018, en el centenario del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial.

Se suele usar el referente de las grandes guerras para ejemplificar el fracaso de los mecanismos de gobernanza globales. Cuando no hay una buena gobernanza, el conflicto y los problemas prevalecen.

Un tema dará sentido, estructura y razón de ser al Foro de París sobre la Paz en su cuarta edición: Las brechas de desigualdad. Se eligió un título para la edición por demás elocuente. En inglés es “Mind the gaps”, que en español sería algo así como “Cuidado con los huecos”.

La expresión original, cortita pero muy potente, se acuñó para alertar a los usuarios del Metro de Londres sobre el riesgo de tropezarse con el hueco que se hace entre el andén y el acceso al vagón. En el contexto del foro el significado debe tomarse muy en serio: el hueco es una brecha social. Con este mensaje se quiere prender una alerta: Si las brechas no se cierran, vamos a caer.

La pandemia del Covid-19 no existía, el foro se creó y dado que en él se han abordado los déficits y las oportunidades para construir gobernanza global para asuntos que apremian, la pandemia tomó un lugar primordial. Así, genera conversaciones importantes y proponiendo esquemas innovadores para abordar estos temas, mientras que el resto está en manos de otros actores globales.

La crisis ocasionada por el virus Sars Cov-2 provocó el cierre de escuelas y con ello una baja en el aprovechamiento escolar, que resultó devastadora en términos de aprendizajes. El impacto, sin embargo, es muy desigual: Los niños y jóvenes de familias pobres son más castigados. El Banco Mundial y el BID están generando evidencia al respecto, con lo que en este rubro la brecha se ensancha.

En el tema de salud, el impacto de la pandemia también es brutal en nuestro país, donde la subinversión crónica en el sistema de salud limitó su capacidad de respuesta frente a la crisis y está causando un desplazamiento en la atención de otras enfermedades que eleva los índices de mortalidad en algunos padecimientos, como no se había visto en años.

A su vez, las familias mexicanas con menos recursos están desembolsando más para atención a la salud, lo que se conoce como gasto de bolsillo, con un efecto empobrecedor muy grande. En pocas palabras, el deterioro es enorme.

En 2024 tendremos que reelaborar todos nuestros diagnósticos, porque vamos a encontrar nuestras líneas base en niveles inferiores que a inicios de sexenio, sobre todo, porque en ese año hay elecciones presidenciales y los partidos políticos no asumen las agendas emergentes y relevantes que surgen en nuestras sociedades y en cambio, si lo hacen las organizaciones no gubernamentales, las cuales, sin embargo, no están hechas para disputar el poder y ganar elecciones.

Así surge el divorcio: Quienes tienen las agendas no tienen el poder; los que tienen el poder no les importan las agendas sustantivas de una sociedad.

Bienestar es la etiqueta que se usa para todo lo que hace este gobierno y sin embargo, por obra u omisión muchas veces se provoca lo contrario, por lo que es tiempo de palpar el sentimiento del pueblo y evitar que el hueco, la brecha se haga más grande.

La idea de cerrar las brechas no es personal, sino que es compartida por muchos mexicanos. Así como movió a los europeos, la alerta de “cuidado con el hueco” debe movernos y así como el Foro de París lo busca para el mundo, lo debemos buscar para nuestro país. Ésta debe ser la agenda prioritaria.

El Foro de París sobre la Paz es una iniciativa que lanzó el presidente de Francia, Emmanuel Macron. Se inauguró en 2018, en el centenario del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial.

Se suele usar el referente de las grandes guerras para ejemplificar el fracaso de los mecanismos de gobernanza globales. Cuando no hay una buena gobernanza, el conflicto y los problemas prevalecen.

Un tema dará sentido, estructura y razón de ser al Foro de París sobre la Paz en su cuarta edición: Las brechas de desigualdad. Se eligió un título para la edición por demás elocuente. En inglés es “Mind the gaps”, que en español sería algo así como “Cuidado con los huecos”.

La expresión original, cortita pero muy potente, se acuñó para alertar a los usuarios del Metro de Londres sobre el riesgo de tropezarse con el hueco que se hace entre el andén y el acceso al vagón. En el contexto del foro el significado debe tomarse muy en serio: el hueco es una brecha social. Con este mensaje se quiere prender una alerta: Si las brechas no se cierran, vamos a caer.

La pandemia del Covid-19 no existía, el foro se creó y dado que en él se han abordado los déficits y las oportunidades para construir gobernanza global para asuntos que apremian, la pandemia tomó un lugar primordial. Así, genera conversaciones importantes y proponiendo esquemas innovadores para abordar estos temas, mientras que el resto está en manos de otros actores globales.

La crisis ocasionada por el virus Sars Cov-2 provocó el cierre de escuelas y con ello una baja en el aprovechamiento escolar, que resultó devastadora en términos de aprendizajes. El impacto, sin embargo, es muy desigual: Los niños y jóvenes de familias pobres son más castigados. El Banco Mundial y el BID están generando evidencia al respecto, con lo que en este rubro la brecha se ensancha.

En el tema de salud, el impacto de la pandemia también es brutal en nuestro país, donde la subinversión crónica en el sistema de salud limitó su capacidad de respuesta frente a la crisis y está causando un desplazamiento en la atención de otras enfermedades que eleva los índices de mortalidad en algunos padecimientos, como no se había visto en años.

A su vez, las familias mexicanas con menos recursos están desembolsando más para atención a la salud, lo que se conoce como gasto de bolsillo, con un efecto empobrecedor muy grande. En pocas palabras, el deterioro es enorme.

En 2024 tendremos que reelaborar todos nuestros diagnósticos, porque vamos a encontrar nuestras líneas base en niveles inferiores que a inicios de sexenio, sobre todo, porque en ese año hay elecciones presidenciales y los partidos políticos no asumen las agendas emergentes y relevantes que surgen en nuestras sociedades y en cambio, si lo hacen las organizaciones no gubernamentales, las cuales, sin embargo, no están hechas para disputar el poder y ganar elecciones.

Así surge el divorcio: Quienes tienen las agendas no tienen el poder; los que tienen el poder no les importan las agendas sustantivas de una sociedad.

Bienestar es la etiqueta que se usa para todo lo que hace este gobierno y sin embargo, por obra u omisión muchas veces se provoca lo contrario, por lo que es tiempo de palpar el sentimiento del pueblo y evitar que el hueco, la brecha se haga más grande.

La idea de cerrar las brechas no es personal, sino que es compartida por muchos mexicanos. Así como movió a los europeos, la alerta de “cuidado con el hueco” debe movernos y así como el Foro de París lo busca para el mundo, lo debemos buscar para nuestro país. Ésta debe ser la agenda prioritaria.