/ martes 14 de mayo de 2024

Régimen modi y la carrera electoral

Nota editorial. Internacionalista por parte de la Universidad Anáhuac en la Ciudad de México.

Actualmente, se están llevando a cabo las elecciones en India, las cuales tienen 7 etapas, siendo la del 13 de mayo la más reciente. Esta carrera electoral llama la atención debido a las condiciones, tanto domésticas, como internacionales, en las que se lleva a cabo. En medio del acrecentamiento de presiones al interior del país, así como del reacomodo geopolítico, Nueva Delhi renovará los legisladores de la Cámara Baja, compuesta por 543 escaños. El Primer Ministro Narendra Modi ha permanecido en el cargo desde hace una década gracias a que fue reelegido en 2019. Por ahora, la contienda se destaca por una disminución en el ejercicio del voto, lo que alterará la composición del Congreso si esta tendencia continúa, pero es probable que el mandatario y su partido Bharatiya Janata (BJP) aseguren un tercer término.

Por un lado, estas elecciones son complejas, no sólo por la red de influencias tejidas bajo el régimen de Narendra Modi desde el 2014, sino por su diversidad poblacional. India es el país más poblado con más de 1.4 billones de habitantes, de los cuales 969 millones pueden votar. Entre ellos indios de diferentes etnias y religiones, éste último es el más controversial. El país concentra aproximadamente 200 millones de musulmanes los cuales representan el 15% de la población total, mientras que los hindúes el 80%. Dado que el BJP sigue una línea conservadora nacionalista hindú, la minoría musulmana se ha enfrentado a una vulneración sistemática de sus derechos, situación denunciada, o aprovechada, por la oposición. Dicha heterogeneidad cultural que permea a Nueva Delhi moldea las preferencias electorales.

Por otro lado, el gobierno de Modi se enfrenta a la Alianza Inclusiva para el Desarrollo Nacional de la India ("INDIA"), liderada por el partido opositor más grande: Congreso Nacional Indio (INC). Este bloque no ha nombrado a quién elegirá como Primer

Ministro en caso de ganar, pero es altamente probable que designe a Rahul Gandhi o Mallikarjun Kharge, legislador y presidente de la Cámara Baja, respectivamente. Éstos son las figuras opositoras más fuertes, las cuales denuncian fallas domésticas como desempleo, inflación y altos niveles de corrupción. De ahí que el mandatario haya endurecido su retórica contra los musulmanes para distraer a los votantes de la situación interna y hacer de la elección una cuestión de enfrentamiento religioso, así como de nacionalismo.

Igualmente, es importante señalar que, aunque la coalición INDIA concentra 26 partidos y pudiera parecer una fuerza política capaz de contrarrestar al BJP, no se prevé una victoria de la misma. Al albergar tantos grupos de diferente espectro político y, con ello, intereses, la negociación y la cohesión se hacen más complejas. La posibilidad de encontrar otros objetivos en común, aparte de la remoción de Narendra Modi como Primer Ministro, se pierde en una amplia gama de ideologías y políticas económicas.

Hasta ahora, el INC cuenta con sólo 52 escaños, 91 en total si se suman los de sus aliados, adquiridos en 2019, mientras que el BJP y la coalición que lidera controla el Congreso con 353, el resto los ocupan partidos de menor escala. Tomando en cuenta estos números, no se prevé, entonces, un ancho margen para que el ala opositora remonte contra el régimen.

Mientras, las etapas de votación seguirán hasta el 1 de junio para anunciar los resultados el día 4 de ese mes. De que el régimen de Narendra Modi asegure un tercer término e incremente sus escaños a más de 400, India entrará en una fase de cambio. El gobierno tendrá que poner atención a los problemas domésticos mencionados, sobre todo en materia de derechos humanos, si quiere acercarse más a Occidente y tener un papel en el nuevo tablero geopolítico.

Nota editorial. Internacionalista por parte de la Universidad Anáhuac en la Ciudad de México.

Actualmente, se están llevando a cabo las elecciones en India, las cuales tienen 7 etapas, siendo la del 13 de mayo la más reciente. Esta carrera electoral llama la atención debido a las condiciones, tanto domésticas, como internacionales, en las que se lleva a cabo. En medio del acrecentamiento de presiones al interior del país, así como del reacomodo geopolítico, Nueva Delhi renovará los legisladores de la Cámara Baja, compuesta por 543 escaños. El Primer Ministro Narendra Modi ha permanecido en el cargo desde hace una década gracias a que fue reelegido en 2019. Por ahora, la contienda se destaca por una disminución en el ejercicio del voto, lo que alterará la composición del Congreso si esta tendencia continúa, pero es probable que el mandatario y su partido Bharatiya Janata (BJP) aseguren un tercer término.

Por un lado, estas elecciones son complejas, no sólo por la red de influencias tejidas bajo el régimen de Narendra Modi desde el 2014, sino por su diversidad poblacional. India es el país más poblado con más de 1.4 billones de habitantes, de los cuales 969 millones pueden votar. Entre ellos indios de diferentes etnias y religiones, éste último es el más controversial. El país concentra aproximadamente 200 millones de musulmanes los cuales representan el 15% de la población total, mientras que los hindúes el 80%. Dado que el BJP sigue una línea conservadora nacionalista hindú, la minoría musulmana se ha enfrentado a una vulneración sistemática de sus derechos, situación denunciada, o aprovechada, por la oposición. Dicha heterogeneidad cultural que permea a Nueva Delhi moldea las preferencias electorales.

Por otro lado, el gobierno de Modi se enfrenta a la Alianza Inclusiva para el Desarrollo Nacional de la India ("INDIA"), liderada por el partido opositor más grande: Congreso Nacional Indio (INC). Este bloque no ha nombrado a quién elegirá como Primer

Ministro en caso de ganar, pero es altamente probable que designe a Rahul Gandhi o Mallikarjun Kharge, legislador y presidente de la Cámara Baja, respectivamente. Éstos son las figuras opositoras más fuertes, las cuales denuncian fallas domésticas como desempleo, inflación y altos niveles de corrupción. De ahí que el mandatario haya endurecido su retórica contra los musulmanes para distraer a los votantes de la situación interna y hacer de la elección una cuestión de enfrentamiento religioso, así como de nacionalismo.

Igualmente, es importante señalar que, aunque la coalición INDIA concentra 26 partidos y pudiera parecer una fuerza política capaz de contrarrestar al BJP, no se prevé una victoria de la misma. Al albergar tantos grupos de diferente espectro político y, con ello, intereses, la negociación y la cohesión se hacen más complejas. La posibilidad de encontrar otros objetivos en común, aparte de la remoción de Narendra Modi como Primer Ministro, se pierde en una amplia gama de ideologías y políticas económicas.

Hasta ahora, el INC cuenta con sólo 52 escaños, 91 en total si se suman los de sus aliados, adquiridos en 2019, mientras que el BJP y la coalición que lidera controla el Congreso con 353, el resto los ocupan partidos de menor escala. Tomando en cuenta estos números, no se prevé, entonces, un ancho margen para que el ala opositora remonte contra el régimen.

Mientras, las etapas de votación seguirán hasta el 1 de junio para anunciar los resultados el día 4 de ese mes. De que el régimen de Narendra Modi asegure un tercer término e incremente sus escaños a más de 400, India entrará en una fase de cambio. El gobierno tendrá que poner atención a los problemas domésticos mencionados, sobre todo en materia de derechos humanos, si quiere acercarse más a Occidente y tener un papel en el nuevo tablero geopolítico.