El fin de semana tuve la oportunidad de leer el libro que detonó la furia del presidente López Obrador contra María Amparo Casar; en “Los puntos sobre las íes” la presidenta de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad sostiene que AMLO ha mentido, robado y traicionado.
Realmente el libro no devela nada nuevo, simplemente su autora le da un orden temático a las múltiples tropelías, mentiras y desaciertos que el gobierno de la “transformación” ha cometido a lo largo de su gestión y que se empeña en no reconocer, a pesar de que existen datos estadísticos oficiales, declaraciones públicas y videos que los muestran.
Lo que sí hace el libro es develar con total precisión el retrato de un personaje que en su afán de tener todo el poder en sus manos es capaz de dinamitar instituciones, de retorcer la ley, de tolerar ineptitudes que cuestan vidas y de destruir a personas que exponen un pensamiento diferente o que señalan la corrupción galopante de este gobierno.
Desde luego que en los gobiernos anteriores (sobre todo en los priistas) hubo prácticas similares a las que ahora utiliza AMLO, ahí quedan como botón de muestra la guerra sucia, Tlatelolco, el caso Excélsior, Odebrecht, la casa blanca; el tema es que este gobierno ha perdido la capacidad de guardar las “formas”,
AMLO piensa que el aura etérea que dice lo envuelve le alcanza para ser medido con una vara distinta cuando su proceder es igual de corrupto.
Así entonces, María Amparo Casar ha fotografiado en su libro a un autócrata que mintió, robó y traicionó, que fue incompetente por omisión y por acción, que ha violado la ley sistemáticamente, que asfixia a los órganos y poderes que le estorban, que es capaz de echar andar la maquinaria del Estado para destruir a quienes quieren quitarle el poder.
