El que con leche se quema...
Es difícil que se crea que el PRI se democratiza.
No creen en la consulta directa.
Tampoco creen que haya elecciones con voto secreto en municipios donde habrá convención de delegados.
Cuando había delegados algún iluso se registraba sin la bendición.
Lo mandaban a procesos internos y lo eliminaban con cualquier pretexto.
Y se llegaba a la convención con candidato único.
Un delegado proponía, todos sancionaban y nombraban una comisión que fuera a buscar al agraciado y que estaba en la puerta del salón de convenciones.
Esta regla se rompió cuando Ismael Hernández ganó la candidatura por este partido, con voto secreto a Carlos Herrera.
Entonces todos los delegados votaron en serio.
Ahora se cree que habrá arreglos y que habrá faramalla.
Pero Benítez dice que es derecho y habrá que concederle el beneficio de la duda.
En Santiago se abrió en busca de la candidatura del PRI, Víctor Gallegos, conocido como “El Chato”.
Trae con queso las gordas y es queso ranchero, enchilado de ese que hace hebras.
Es ingeniero forestal catedrático, comerciante y periodista, editor de un semanario de penetración regional.
Enríquez quiere que Aispuro le perdone y que trabajen juntos.
El alcalde debe saber que el rubio es de Amacuable, no es de Juliantla.