¿Narrativa mata realidad?
“Verbo mata carita” se describe al hecho de que una persona que tiene una muy buena conversación, puede tener mejor suerte con una dama o para encontrar pareja, que una persona muy atrayente, pero con una conversación muy aburrida. Y hay otro que dice “Cartera mata verbo y galán”, se refiere que cartera con dinero, mata al verbo y atractivos. Se le adjudica al playboy Jacobo Winograd, hace alusión a que una billetera que está desbordada de dinero, es mucho más atractiva para las chicas que un galán de cara bonita.
El refrán es un enunciado breve, sentencioso e ingenioso que transmite un mensaje instructivo, incitando a la reflexión intelectual y moral. El refrán es de origen y uso popular, y por lo general de autoría anónima. El Colegio de México (2023), lo define como un hecho o sentencia popular que se expresa en una frase que da un consejo o saca una moraleja. En términos generales son oraciones que pretenden dejar enseñanzas y aprendizajes que las personas pueden seguir en ciertas situaciones de su vida.
¿Qué es la narrativa y qué es la realidad?
Muy lejos de incursionar y entrar en el ámbito literario, la narrativa, considerada como género épico, implica que el autor emplee la figura del narrador para relatar los eventos que involucran a ciertos personajes. En esta forma de escritura, el autor presenta una realidad ficticia o representada como si fuese externa y objetiva, separada de su propia persona, este tipo de narrativa se destaca por su profusión de descripciones detalladas tanto de individuos como de situaciones y entornos. Además, narra acciones y sucesos dentro de un marco espacio-temporal específico e incorpora diálogos y monólogos de los personajes. En este contexto, el narrador asume el papel crucial al transmitir la historia mediante la narración, la descripción, la exposición o la argumentación.
Según la Real Academia Española, define la realidad como: “verdad, existencia, materialidad, objetividad, sustantividad”. De acuerdo con el diccionario filosófico, “la realidad es aquello que realmente existe y se desarrolla, contiene en sí mismo su propia esencia y sus propias leyes, así como los resultados de su propia acción y desarrollo. Tal realidad es la realidad objetiva en toda su concreción. En este sentido, la realidad se distingue no sólo de todo lo aparente, imaginario, sino, además, de lo que es solamente lógico (concebido), aunque esto último sea por completo justo; también se diferencia de todo lo que sólo es posible, probable, aunque aún no exista”.
En este tenor, me parece que, en el contexto político actual, la narrativa política involucra a los principales protagonistas de las próximas elecciones del 2 de junio en México. Las candidatas a la Presidencia de la República Mexicana y a las últimas participaciones del Ejecutivo actual.
Esperamos que la narrativa política no sea una realidad ficticia separada de las personas, de las candidatas. Esperamos que en la narrativa política se incorporen acciones y sucesos dentro de espacio y tiempo específicos, con proyectos y argumentos de acuerdo con la realidad existente y los resultados en un espacio y tiempo definidos y sustentados. No queremos una narrativa aparente ni imaginaria.
Señoras y señores candidatos, la sociedad ya no espera ni “verbo” ni cartera desbordada de dinero.
Por cierto, hay un refrán que dice “Que hay que poner al buey delante de la carreta y no al revés, poner a la carreta delante del buey”. En este sentido, esperamos “Que se ponga a la realidad delante de la narrativa y no al revés, poner la narrativa delante de la realidad”. ¡Hasta la próxima!
