/ domingo 11 de febrero de 2024

Desde el pizarrón

Mentefactura para el Durango del 2024


Uno de los neologismos que más trascienden en el contexto internacional de la economía global, es el de mentefactura; este concepto, creado por el español Juan José Goñi, presenta un modelo productivo para el desarrollo; en él se sostiene que para que una economía se base en el conocimiento como un valor agregado, es necesario que se invierta en capital humano y capital social.

La sociedad del siglo XXI ha sido considerada como la humanidad de “las economías del conocimiento”; la característica es que hay un marcado aumento en la automatización, por lo que las máquinas realizan algunos trabajos que antes eran parte de la manufactura y da a las personas la oportunidad de centrarse en habilidades cognitivas y creativas; para los especialistas en temas económicos y productivos, esta es la clave para mejorar la competitividad.

Desde hace varios años, la tecnología ha sido la encargada de la producción, a costos cada vez más bajos; esto ha propiciado que se piense en la necesidad de evaluar el cambio en los modelos educativos y de producción, como un factor de crecimiento mediante la creación de un vínculo entre manufactura y mentefactura; en el corto plazo, la tecnología cobrará mayor espacio en la productividad, lo que hace más urgente que las nuevas generaciones de profesionistas puedan aprender a ser creativos, a crear ideas, compartirlas y dejar que las máquinas hagan el resto, este será el futuro en el modelo del trabajo.

La era postindustrial, basada en la fabricación, ha sido reemplazada rápidamente por la era informativa, que es encabezada por la mentefactura; de ahí que fomentar la capacidad de crear e innovar, dando lugar a nuevas ideas que en el mañana se conviertan en productos, servicios y modelos de negocio, es el valor agregado que toda sociedad requiere para ser competitiva; hacer economía con la cabeza y no con las manos.

La visión de gobierno que el Dr. Esteban Villegas Villarreal ha plasmado en el Plan Estatal de Desarrollo ha tomado en cuenta que el camino hacia el futuro está en el conocimiento y las emociones, como puntos clave para superar los estragos económicos y sociales del COVID 19; que la transformación digital está sucediendo y seguirá dando pasos agigantados, lo que inexorablemente nos está llevando a formas de organización muy distintas en las que se va a requerir que aprendamos, pensemos e innovemos de una manera diferente y adoptar nuevos modelos educativos y colaborativos en el trabajo.

Es esta visión la que ha orientado al Gobernador al establecimiento de vínculos y acuerdos con las empresas de origen asiático para traer a Durango una ensambladora de automóviles eléctricos, una factoría para producir las baterías y cargadores que utilizarán los autos, una planta para elaborar páneles solares, dos compañías de sensores y semiconductores, y más recientemente, bajo convenio con inversionistas europeos, la apertura al mercado de la movilidad autónoma, de los drones y los taxis aéreos.

Ante este escenario, la relación entre mentefactura y educación superior es fundamental, ya que las instituciones educativas desempeñan un papel crucial en el desarrollo y fortalecimiento de las capacidades mentefacturadoras de los profesionistas en formación.

El Programa Educativo de Durango hace hincapié en que la Educación Superior en nuestra entidad asume la responsabilidad de cultivar la mente de los estudiantes, proporcionándoles no sólo conocimientos específicos en sus áreas de estudio, sino también fomentando habilidades cognitivas, pensamiento crítico, creatividad y capacidad de resolución de problemas. Estas habilidades mentefacturadoras son esenciales para que las personas puedan adaptarse a un mundo en constante cambio y contribuir de manera significativa a la sociedad.

En las instituciones de educación Superior en Durango, la mentefactura se está impulsando a través de la investigación, la innovación y la aplicación práctica de los conocimientos adquiridos; así, los estudiantes son desafiados a pensar de manera analítica, a cuestionar el status quo y a desarrollar nuevas ideas y soluciones. Además, la interacción con profesores y compañeros en entornos académicos estimulantes contribuye al desarrollo de habilidades sociales y emocionales, enriqueciendo aún más su capacidad mentefacturadora.

Frente a los nuevos contextos que se anticipan con la llegada de las referidas empresas, la educación Superior deberá actuar como un catalizador para la diversidad de perspectivas y la colaboración interdisciplinaria, elementos cruciales para la generación de innovación.

Mentefactura para el Durango del 2024


Uno de los neologismos que más trascienden en el contexto internacional de la economía global, es el de mentefactura; este concepto, creado por el español Juan José Goñi, presenta un modelo productivo para el desarrollo; en él se sostiene que para que una economía se base en el conocimiento como un valor agregado, es necesario que se invierta en capital humano y capital social.

La sociedad del siglo XXI ha sido considerada como la humanidad de “las economías del conocimiento”; la característica es que hay un marcado aumento en la automatización, por lo que las máquinas realizan algunos trabajos que antes eran parte de la manufactura y da a las personas la oportunidad de centrarse en habilidades cognitivas y creativas; para los especialistas en temas económicos y productivos, esta es la clave para mejorar la competitividad.

Desde hace varios años, la tecnología ha sido la encargada de la producción, a costos cada vez más bajos; esto ha propiciado que se piense en la necesidad de evaluar el cambio en los modelos educativos y de producción, como un factor de crecimiento mediante la creación de un vínculo entre manufactura y mentefactura; en el corto plazo, la tecnología cobrará mayor espacio en la productividad, lo que hace más urgente que las nuevas generaciones de profesionistas puedan aprender a ser creativos, a crear ideas, compartirlas y dejar que las máquinas hagan el resto, este será el futuro en el modelo del trabajo.

La era postindustrial, basada en la fabricación, ha sido reemplazada rápidamente por la era informativa, que es encabezada por la mentefactura; de ahí que fomentar la capacidad de crear e innovar, dando lugar a nuevas ideas que en el mañana se conviertan en productos, servicios y modelos de negocio, es el valor agregado que toda sociedad requiere para ser competitiva; hacer economía con la cabeza y no con las manos.

La visión de gobierno que el Dr. Esteban Villegas Villarreal ha plasmado en el Plan Estatal de Desarrollo ha tomado en cuenta que el camino hacia el futuro está en el conocimiento y las emociones, como puntos clave para superar los estragos económicos y sociales del COVID 19; que la transformación digital está sucediendo y seguirá dando pasos agigantados, lo que inexorablemente nos está llevando a formas de organización muy distintas en las que se va a requerir que aprendamos, pensemos e innovemos de una manera diferente y adoptar nuevos modelos educativos y colaborativos en el trabajo.

Es esta visión la que ha orientado al Gobernador al establecimiento de vínculos y acuerdos con las empresas de origen asiático para traer a Durango una ensambladora de automóviles eléctricos, una factoría para producir las baterías y cargadores que utilizarán los autos, una planta para elaborar páneles solares, dos compañías de sensores y semiconductores, y más recientemente, bajo convenio con inversionistas europeos, la apertura al mercado de la movilidad autónoma, de los drones y los taxis aéreos.

Ante este escenario, la relación entre mentefactura y educación superior es fundamental, ya que las instituciones educativas desempeñan un papel crucial en el desarrollo y fortalecimiento de las capacidades mentefacturadoras de los profesionistas en formación.

El Programa Educativo de Durango hace hincapié en que la Educación Superior en nuestra entidad asume la responsabilidad de cultivar la mente de los estudiantes, proporcionándoles no sólo conocimientos específicos en sus áreas de estudio, sino también fomentando habilidades cognitivas, pensamiento crítico, creatividad y capacidad de resolución de problemas. Estas habilidades mentefacturadoras son esenciales para que las personas puedan adaptarse a un mundo en constante cambio y contribuir de manera significativa a la sociedad.

En las instituciones de educación Superior en Durango, la mentefactura se está impulsando a través de la investigación, la innovación y la aplicación práctica de los conocimientos adquiridos; así, los estudiantes son desafiados a pensar de manera analítica, a cuestionar el status quo y a desarrollar nuevas ideas y soluciones. Además, la interacción con profesores y compañeros en entornos académicos estimulantes contribuye al desarrollo de habilidades sociales y emocionales, enriqueciendo aún más su capacidad mentefacturadora.

Frente a los nuevos contextos que se anticipan con la llegada de las referidas empresas, la educación Superior deberá actuar como un catalizador para la diversidad de perspectivas y la colaboración interdisciplinaria, elementos cruciales para la generación de innovación.

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