/ domingo 28 de julio de 2019

En la vida cada quien lleva su cruz a cuestas

No podemos hablar de una educación de calidad si no tenemos una familia de calidad. El hogar es la primera y mejor escuela de la vida, no solo en la niñez y en la juventud, sino también en la vejez.

La ecuanimidad entre la mente, el cuerpo y el espíritu se logra eficazmente con el estudio y la práctica, abriendo un horizonte de sabiduría, de la verdad y la belleza, que son los principios y valores en los cuales se fundamenta el éxito y la felicidad, busquemos cambiar de actitud si andamos mal, manteniendo viva la llama del amor y, ello nos hará ver la vida con espíritu renovado, para que en un mañana próximo se vean reflejados mayores logros y triunfos personales. Descubramos la misión para la que hemos venido a este mundo, siendo una tarea de alta responsabilidad que cada quien debe realizar.

Vivimos una actualidad donde la constante son los cambios, los descubrimientos científicos y los avances tecnológicos, que se revelan de manera creciente e inagotable; sin embargo, los valores humanos tal parece que se encuentran estancados o hasta olvidados. Es necesario crear y motivar un sentimiento integral orientado hacia un verdadero desarrollo, impregnado de convicción propia y no por imposición de potencias individuales.

Para ello se requiere de un proceso de renovación educativa y cultural cimentada en una actitud mental positiva. El ser humano de hoy tiene que tomar plena conciencia de la importancia de su salud integral: física, mental, espiritual, ambiental. Nuevas formas de conducta que le permitan alcanzar una mejor calidad de vida.

Todos tenemos en la vida una montaña que vencer, una realidad que afrontar, un camino polvoriento por el que hay que transitar. Pensemos en la creatividad y cultivemos nuestro espíritu inquieto, curioso, cuestionador y aventurero. No nos contentemos con el simple “ser” sino pensemos siempre en el “poder ser”.

Constituyamos una conveniente armonía humana que nos lleve a hacer bien las cosas, a lo largo de una mejor calidad de vida, de salud y un mundo colmado de bienestar. La creatividad es el antídoto contra la rutina, el tedio, la represión neurótica y el hastío de la vida. El humano es el ser vivo más cruel enemigo del humano; y vaya que tenemos una mayor capacidad intelectual. En cambio el águila no acomete al águila, ni un áspid a otro áspid. Lástima que los mismos humanos maquinamos contra nuestra misma especie.

Cada mañana es una nueva creación que avanza abriéndose paso e inventando a todo lo que tenga vida, a una renovada disposición de servicio, mayor esfuerzo y voluntad, nuevas y productivas alegrías, así como una progresiva y fidedigna gratitud. Cada amanecer es un milagro del nuevo día. Cuántos y cuantos bellos amaneceres se han dado durante miles y miles de años en los que el sol ha asistido puntualmente a su cita sin variación alguna.

Así mismo cada persona íntegra merece honor y reconocimiento al igual que un especial respeto y gratitud. De ahí que es justo y necesario, que luchemos por instaurar las mayores cualidades posibles en cada personalidad y, con mayor razón en cada docente, para que, con su ejemplo y su palabra, inculque en cada educando, el amor a su prójimo y a sí mismo, el amor a su patria y, confianza plena en su capacidad moral, técnica y vigorosa para vivir.

Hay que cumplir bien con lo que es nuestro deber desde la primera vez y con plena convicción. El saber dirigir con sensibilidad a una colección humana, es saber el arte de asociar y coordinar ideas. Cuánto más grande y reconocida sea nuestra responsabilidad ministerial, más obliga política y culturalmente a ser humildes y sinceros; así Dios nos ayudará y más gratitud y popularidad nos acogerá.

Con una falsa identidad los hipócritas cubren sus llagas virulentas de perversidad. Grandes deberes tienen los hijos para con sus padres: respeto, obediencia, comprensión, ayuda y cuidados en su vejez. Las virtudes que deben formar el carácter de un joven son: modestia, pudor, templanza y justicia.

La vida es como viajar por el mar: días de calma, días de borrasca. Lo esencial es ser buen capitán de nuestra nave. Perseveremos en nuestro empeño y tendremos éxito en nuestro afán; combatamos con energía y venceremos. Sabiduría es: conocer lo que se debe hacer, tener habilidad para hacerlo y virtud para realizarlo con celebridad. Lamentable realidad pero en verdad: el que hace más y mejor las cosas es al que menos se le agradece.

Cien favores harás, pero deja de hacer uno y como si no hubieras hecho ninguno. La vida se maneja por ciclos y, hay que estar preparados para los altibajos que, como las grandes olas del mar se alzan y caen. Se habla mucho de igualdad pero seamos realistas: sin duda que es un derecho pero no hay poder humano que lo convierta en hecho. La igualdad sólo existe en teoría.

Estoy consciente de que las ideas, pensamientos, sugerencias que escribo no son originales. Como si nadie antes los hubiera considerado; como si el mundo acabase de nacer y los demás humanos no hubiesen tenido tiempo de pensar. Para forjar un criterio propio hay que documentarnos y, con base en la razón reforzada por la influencia del corazón, escribo y reescribo las veces necesarias hasta quedar plasmado fielmente lo que con prudencia y sinceridad quiero expresar.

Gracias por leerme.

No podemos hablar de una educación de calidad si no tenemos una familia de calidad. El hogar es la primera y mejor escuela de la vida, no solo en la niñez y en la juventud, sino también en la vejez.

La ecuanimidad entre la mente, el cuerpo y el espíritu se logra eficazmente con el estudio y la práctica, abriendo un horizonte de sabiduría, de la verdad y la belleza, que son los principios y valores en los cuales se fundamenta el éxito y la felicidad, busquemos cambiar de actitud si andamos mal, manteniendo viva la llama del amor y, ello nos hará ver la vida con espíritu renovado, para que en un mañana próximo se vean reflejados mayores logros y triunfos personales. Descubramos la misión para la que hemos venido a este mundo, siendo una tarea de alta responsabilidad que cada quien debe realizar.

Vivimos una actualidad donde la constante son los cambios, los descubrimientos científicos y los avances tecnológicos, que se revelan de manera creciente e inagotable; sin embargo, los valores humanos tal parece que se encuentran estancados o hasta olvidados. Es necesario crear y motivar un sentimiento integral orientado hacia un verdadero desarrollo, impregnado de convicción propia y no por imposición de potencias individuales.

Para ello se requiere de un proceso de renovación educativa y cultural cimentada en una actitud mental positiva. El ser humano de hoy tiene que tomar plena conciencia de la importancia de su salud integral: física, mental, espiritual, ambiental. Nuevas formas de conducta que le permitan alcanzar una mejor calidad de vida.

Todos tenemos en la vida una montaña que vencer, una realidad que afrontar, un camino polvoriento por el que hay que transitar. Pensemos en la creatividad y cultivemos nuestro espíritu inquieto, curioso, cuestionador y aventurero. No nos contentemos con el simple “ser” sino pensemos siempre en el “poder ser”.

Constituyamos una conveniente armonía humana que nos lleve a hacer bien las cosas, a lo largo de una mejor calidad de vida, de salud y un mundo colmado de bienestar. La creatividad es el antídoto contra la rutina, el tedio, la represión neurótica y el hastío de la vida. El humano es el ser vivo más cruel enemigo del humano; y vaya que tenemos una mayor capacidad intelectual. En cambio el águila no acomete al águila, ni un áspid a otro áspid. Lástima que los mismos humanos maquinamos contra nuestra misma especie.

Cada mañana es una nueva creación que avanza abriéndose paso e inventando a todo lo que tenga vida, a una renovada disposición de servicio, mayor esfuerzo y voluntad, nuevas y productivas alegrías, así como una progresiva y fidedigna gratitud. Cada amanecer es un milagro del nuevo día. Cuántos y cuantos bellos amaneceres se han dado durante miles y miles de años en los que el sol ha asistido puntualmente a su cita sin variación alguna.

Así mismo cada persona íntegra merece honor y reconocimiento al igual que un especial respeto y gratitud. De ahí que es justo y necesario, que luchemos por instaurar las mayores cualidades posibles en cada personalidad y, con mayor razón en cada docente, para que, con su ejemplo y su palabra, inculque en cada educando, el amor a su prójimo y a sí mismo, el amor a su patria y, confianza plena en su capacidad moral, técnica y vigorosa para vivir.

Hay que cumplir bien con lo que es nuestro deber desde la primera vez y con plena convicción. El saber dirigir con sensibilidad a una colección humana, es saber el arte de asociar y coordinar ideas. Cuánto más grande y reconocida sea nuestra responsabilidad ministerial, más obliga política y culturalmente a ser humildes y sinceros; así Dios nos ayudará y más gratitud y popularidad nos acogerá.

Con una falsa identidad los hipócritas cubren sus llagas virulentas de perversidad. Grandes deberes tienen los hijos para con sus padres: respeto, obediencia, comprensión, ayuda y cuidados en su vejez. Las virtudes que deben formar el carácter de un joven son: modestia, pudor, templanza y justicia.

La vida es como viajar por el mar: días de calma, días de borrasca. Lo esencial es ser buen capitán de nuestra nave. Perseveremos en nuestro empeño y tendremos éxito en nuestro afán; combatamos con energía y venceremos. Sabiduría es: conocer lo que se debe hacer, tener habilidad para hacerlo y virtud para realizarlo con celebridad. Lamentable realidad pero en verdad: el que hace más y mejor las cosas es al que menos se le agradece.

Cien favores harás, pero deja de hacer uno y como si no hubieras hecho ninguno. La vida se maneja por ciclos y, hay que estar preparados para los altibajos que, como las grandes olas del mar se alzan y caen. Se habla mucho de igualdad pero seamos realistas: sin duda que es un derecho pero no hay poder humano que lo convierta en hecho. La igualdad sólo existe en teoría.

Estoy consciente de que las ideas, pensamientos, sugerencias que escribo no son originales. Como si nadie antes los hubiera considerado; como si el mundo acabase de nacer y los demás humanos no hubiesen tenido tiempo de pensar. Para forjar un criterio propio hay que documentarnos y, con base en la razón reforzada por la influencia del corazón, escribo y reescribo las veces necesarias hasta quedar plasmado fielmente lo que con prudencia y sinceridad quiero expresar.

Gracias por leerme.