/ martes 23 de enero de 2024

Los déficit de Rubén Solís

2024 será un año ajetreado para Rubén Solís Ríos, en noviembre habrá de dejar la rectoría de la máxima casa de estudios, y como todo cierre de gestión, la suya quedará expuesta al escrutinio de la comunidad universitaria y de la sociedad duranguense.

Sin duda que el tema financiero ocupará un espacio importante en el análisis, las penurias por las que atraviesa la UJED se han agravado en los últimos 5 años; para noviembre de 2023 el pasivo era del orden de los 700 millones de pesos, considerando 305 millones por concepto de pago de prestaciones de fin de año.

Así entonces, a enero de 2024, el déficit que observa la UJED es de 400 millones de pesos. Si consideramos que al inicio de este rectorado (2018) el déficit era de 85 millones de pesos, podemos concluir que con Rubén Solís se cuadruplicó.

Como a cualquier instancia pública, a la UJED la asfixia la nómina, sólo la de trabajadores de confianza asciende a los 500 millones de pesos al año, un número que en palabras del líder del Spaujed es excesivo y debe reducirse, al menos en un 20%.

Pero la nómina es sólo la punta del iceberg, la UJED –también como cualquier instancia pública- enfrenta complicaciones en materia pensionaria, aunque en la Universidad se agrava por tema de la jubilación dinámica, hay un buen número de trabajadores que están por retirarse con el beneficio de la doble jubilación, una pagada por el ISSSTE con aportación patronal y la otra solo por la UJED.

En este orden de ideas, hay voces al interior de la casona de calle Constitución que advierten de una presunta disposición del fondo pensionario por 27 mil millones de pesos, dinero que presuntamente fue utilizado por Rubén Solís para gasto corriente, inclusive se dice que hay un convenio de reconocimiento de adeudo firmado entre el Rector y el Spaujed.

2024 será un año ajetreado para Rubén Solís Ríos, en noviembre habrá de dejar la rectoría de la máxima casa de estudios, y como todo cierre de gestión, la suya quedará expuesta al escrutinio de la comunidad universitaria y de la sociedad duranguense.

Sin duda que el tema financiero ocupará un espacio importante en el análisis, las penurias por las que atraviesa la UJED se han agravado en los últimos 5 años; para noviembre de 2023 el pasivo era del orden de los 700 millones de pesos, considerando 305 millones por concepto de pago de prestaciones de fin de año.

Así entonces, a enero de 2024, el déficit que observa la UJED es de 400 millones de pesos. Si consideramos que al inicio de este rectorado (2018) el déficit era de 85 millones de pesos, podemos concluir que con Rubén Solís se cuadruplicó.

Como a cualquier instancia pública, a la UJED la asfixia la nómina, sólo la de trabajadores de confianza asciende a los 500 millones de pesos al año, un número que en palabras del líder del Spaujed es excesivo y debe reducirse, al menos en un 20%.

Pero la nómina es sólo la punta del iceberg, la UJED –también como cualquier instancia pública- enfrenta complicaciones en materia pensionaria, aunque en la Universidad se agrava por tema de la jubilación dinámica, hay un buen número de trabajadores que están por retirarse con el beneficio de la doble jubilación, una pagada por el ISSSTE con aportación patronal y la otra solo por la UJED.

En este orden de ideas, hay voces al interior de la casona de calle Constitución que advierten de una presunta disposición del fondo pensionario por 27 mil millones de pesos, dinero que presuntamente fue utilizado por Rubén Solís para gasto corriente, inclusive se dice que hay un convenio de reconocimiento de adeudo firmado entre el Rector y el Spaujed.