El alto costo de la democracia
Siguiendo con el tópico de los temas que no han sido tocados por los candidatos para las presidencias municipales de nuestro estado, se encuentra el del altísimo costo que tiene nuestra democracia, misma que raya en lo demencial, sobre todo en un país con cerca de 65 millones de pobres, 11 de los cuales padecen y sufren pobreza no solamente patrimonial o nutricional, sino pobreza extrema, es decir, no saben que comerán o si comerán al día siguiente.
Por supuesto que resulta lógico que los candidatos no se pronuncien sobre este tema, porque las campañas se ganan con recursos económicos en primera instancia, con carisma en segunda y con una buena estrategia de campaña y posicionamiento con alto contenido de propuestas que verdaderamente impacten en el interés de los posibles electores.
En este sentido, las campañas en Durango y sobre todo las campañas por la Presidencia Municipal de la capital de nuestro estado, se han ido oscureciendo, con pocas propuestas de fondo y muchas de botepronto, en donde la rumorología (y esto no es nuevo para nadie) retoma un papel importante que convoca caos e incertidumbre, lo cual no le conviene a nadie, porque mientras más transparente sea un elección mayor plusvalía política y legitimidad democrática reditúa para quien gane la mayoría de los votos en la contienda.
La recta final de las campañas se ha polarizado, la mayoría de los ciudadanos habla solamente de dos posibles triunfos, Salum o Enríquez, mientras que Gonzalo se concreta a cumplir y pretender que no se ha vendido y un Otniel que lejos de ponerse a disposición con humildad ante los grupos del Partido que lo abandera (Morena), sumando grupos izquierdistas, se rodeó de puros expriistas asesores que fueron repudiados hasta la saciedad por la sociedad de Durango hace tres años, por lo que éste último candidato observa las manecillas de reloj con impotencia, porque la verdad es que en una elección no se puede avanzar más de dos o tres puntos por semana con una excelente campaña y a Otniel le dieron (luego de las resoluciones de los tribunales) cerca de tres semanas para ganar una contienda que no estaba nada fácil.
En elecciones anteriores, el Instituto Nacional Electoral (INE), contó con recursos del orden de los 17’426,427,970 pesos, de los cuales el 55% fueron destinados a presupuesto base y el resto a proyectos específicos, tomando en cuenta lo anterior y que la lista nominal estaba integrada para ese presupuesto por 88,552,926 ciudadanos, el costo del sufragio era de 196.70 pesos, aunque normalmente tiende a encarecerse en la medida en que haya una baja participación en las urnas el día de la elección.
Por lo anterior, le invito a que se sume al proyecto de algún candidato en la ya muy próxima contienda electoral, a fin de que emita su voto y ejerza su derecho de decisión, en un escenario que más que nunca necesita de la participación ciudadana a fin de que la costosa inversión en materia electoral verdaderamente reditúe en beneficios sociales para nuestro estado.
Feliz Fin de semana para usted y los suyos.
