/ miércoles 21 de julio de 2021

A 100 años de la SEP

En los próximos días, conmemoramos el centenario de la fundación de la Secretaría de Educación Pública, cuyo decreto fue expedido un 25 de julio de 1921, por el presidente de la República Álvaro Obregón; lamentablemente en Durango, ha pasado literalmente desapercibida no sólo la fecha fundacional, sino el acontecimiento en sí.

En los próximos días, conmemoramos el centenario de la fundación de la Secretaría de Educación Pública, cuyo decreto fue expedido un 25 de julio de 1921, por el presidente de la República Álvaro Obregón; lamentablemente en Durango, ha pasado literalmente desapercibida no sólo la fecha fundacional, sino el acontecimiento en sí.

Quizá esa indiferencia sea motivada por la pandemia o por la inercia donde transita la Secretaría de Educación del Estado de Durango, SEED, misma que la ha conducido a extraviarse en el tramo final de un sexenio.

La Secretaría de Educación fue un logro de la Revolución Mexicana, concebida por el filósofo José Vasconcelos y el presidente Álvaro Obregón; inicialmente organizada en tres departamentos: El Escolar, Bellas Artes y Bibliotecas. En Durango, la consolidación de la SEP se gestó durante el gobierno del general Jesús Agustín Castro Rivera, quien, dicho sea de paso, fue de los iniciadores de la lucha armada en 1910; y a partir de su gestión se dio el primer paso para el establecimiento de la Central Agrícola de Santa Lucía, lo que conocemos actualmente con la Escuela Normal Rural J. Guadalupe Aguilera, institución que emergió de la creación de la Secretaría de Educación Pública.

Coincidentemente, este 2021, debíamos celebrar los centenarios de la fundación de la SEP y el centenario luctuoso del maestro Bruno Martínez, como ya lo hemos referido en anteriores colaboraciones; sin embargo, la poca empatía con los referidos sucesos históricos, nos conduce irremediablemente a que perdamos el rumbo y en vez de las conmemoraciones, exaltemos a personajes de la farándula como “Pepillo Origel” - por citar un ejemplo-, en ese nivel de frivolidad nos encontramos en Durango; por lo tanto, urge reencontrar nuestra propia identidad en el rubro educativo y cultural, hasta tocar las fibras sensibles de los funcionarios gubernamentales para que se ocupen y se preocupen del tema y no lo distorsionen con ligerezas que poco le aportan a Durango.

A cien años de la creación de la SEP, los funcionarios deberían estar ocupados en presentar a la sociedad duranguense las mejores opciones para enfrentar la crisis socio-emocional derivada de la pandemia, y no esperar que la Federación le endilgue lo que a su juicio considere pertinente; el grave error, de la SEED es que espera con los brazos cruzados que del centro les resuelva todo lo concerniente a educación, es tiempo de presentar propuestas adecuadas y dirigidas a su contexto, porque no estamos en las mismas circunstancias que la Ciudad de México, Chiapas o Nuevo León. Queda como reflexión estas fechas conmemorativas, como punto de partida para un Durango que se encuentra adormecido en materia educativa.

En los próximos días, conmemoramos el centenario de la fundación de la Secretaría de Educación Pública, cuyo decreto fue expedido un 25 de julio de 1921, por el presidente de la República Álvaro Obregón; lamentablemente en Durango, ha pasado literalmente desapercibida no sólo la fecha fundacional, sino el acontecimiento en sí.

En los próximos días, conmemoramos el centenario de la fundación de la Secretaría de Educación Pública, cuyo decreto fue expedido un 25 de julio de 1921, por el presidente de la República Álvaro Obregón; lamentablemente en Durango, ha pasado literalmente desapercibida no sólo la fecha fundacional, sino el acontecimiento en sí.

Quizá esa indiferencia sea motivada por la pandemia o por la inercia donde transita la Secretaría de Educación del Estado de Durango, SEED, misma que la ha conducido a extraviarse en el tramo final de un sexenio.

La Secretaría de Educación fue un logro de la Revolución Mexicana, concebida por el filósofo José Vasconcelos y el presidente Álvaro Obregón; inicialmente organizada en tres departamentos: El Escolar, Bellas Artes y Bibliotecas. En Durango, la consolidación de la SEP se gestó durante el gobierno del general Jesús Agustín Castro Rivera, quien, dicho sea de paso, fue de los iniciadores de la lucha armada en 1910; y a partir de su gestión se dio el primer paso para el establecimiento de la Central Agrícola de Santa Lucía, lo que conocemos actualmente con la Escuela Normal Rural J. Guadalupe Aguilera, institución que emergió de la creación de la Secretaría de Educación Pública.

Coincidentemente, este 2021, debíamos celebrar los centenarios de la fundación de la SEP y el centenario luctuoso del maestro Bruno Martínez, como ya lo hemos referido en anteriores colaboraciones; sin embargo, la poca empatía con los referidos sucesos históricos, nos conduce irremediablemente a que perdamos el rumbo y en vez de las conmemoraciones, exaltemos a personajes de la farándula como “Pepillo Origel” - por citar un ejemplo-, en ese nivel de frivolidad nos encontramos en Durango; por lo tanto, urge reencontrar nuestra propia identidad en el rubro educativo y cultural, hasta tocar las fibras sensibles de los funcionarios gubernamentales para que se ocupen y se preocupen del tema y no lo distorsionen con ligerezas que poco le aportan a Durango.

A cien años de la creación de la SEP, los funcionarios deberían estar ocupados en presentar a la sociedad duranguense las mejores opciones para enfrentar la crisis socio-emocional derivada de la pandemia, y no esperar que la Federación le endilgue lo que a su juicio considere pertinente; el grave error, de la SEED es que espera con los brazos cruzados que del centro les resuelva todo lo concerniente a educación, es tiempo de presentar propuestas adecuadas y dirigidas a su contexto, porque no estamos en las mismas circunstancias que la Ciudad de México, Chiapas o Nuevo León. Queda como reflexión estas fechas conmemorativas, como punto de partida para un Durango que se encuentra adormecido en materia educativa.