EMBADURNAR. Luego de participar en la convocatoria masiva de Morena ocurrida en el centro del país, donde por enésima ocasión salieron a balcón cuadros adjetivados como “corcholatas”, que son quienes pretenden convertirse en el o la candidata a la Presidencia de México para competir en 2024, entre éstos, funcionarios del gabinete federal como Marcelo Ebrard o Adán Augusto López, así como gobernadores y gobernadoras, legisladores, etcétera, Marina Vitela, la gran perdedora de la elección al Gobierno del Estado del pasado 5 de junio, volvió a Durango con la espada desenvainada y con evidentes intenciones de embadurnar e intentar deslucir la determinación de más de 370 mil duranguenses de rechazo contundente aquí al movimiento que en el país encabeza Andrés Manuel López Obrador.
TERRORISMO. La cuestionada exalcaldesa de Gómez Palacio, llegó a la tierra de los alacranes para acribillar con una declaración sumamente desafortunada, salvo la posibilidad remota de que con los pelos de la burra en la mano lo demuestre, en el sentido de que hubo “terrorismo electoral” y que no puede reconocer una victoria bajo estas circunstancias.
MIEDO. Asegura que se infundió miedo entre los duranguenses, que se intimidó, se amenazó, se agredió al electorado, para que de forma colectiva e intensa, masiva, se volcara a las urnas ubicadas en toda la entidad y votaran a favor de Esteban Villegas Villarreal, de manera tal que el de San Juan del Río ganara de forma clara los 15 distritos electorales y de manera global, la superara con más de un centenar de millares de sufragios.
GIRA. Marina Vitela luego de su gira por el centro y su encuentro con Mario Delgado, volvió resuelta a enturbiar y lo más importante, es que si lo hace, que sustente su dicho con argumentos efectivos, contundentes, reales, puesto que no conforme con poner en duda la decisión de los duranguenses, cuestiona además la labor desempeñada por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, para concluir que una victoria basada en este tipo de circunstancias, donde estuvo presente la práctica de lo que ella llama “terrorismo electoral”, fue determinante para obligar al electorado a cruzar las boletas a favor de la alianza Va por Durango y de los partidos PRI, PAN y PRD, y por tanto, no puede reconocerla.
IMPUGNACIÓN. La excandidata al Gobierno del Estado postulada por el Movimiento de Regeneración Nacional en la alianza Juntos Hacemos Historia, dejó pues abierta la posibilidad de que hay una impugnación que desde luego no ganará ni yendo a bailar a Chalma.
