/ jueves 29 de junio de 2023

En Confianza

Estrategia: Serie de acciones muy meditadas y que van encaminadas hacia un fin determinado.

Esta definición viene al caso porque pareciera que los últimos acontecimientos y coyunturas dentro de las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde no todo lo que se ve es lo que parece, y pareciera que atrás de todo hay una estrategia que va tomando claridad.

En principio los temas de Reforma Constitucional más relevantes promovidos por el ejecutivo federal y enviados al poder legislativo a través de los diputados de Morena con la “instrucción de no cambiarle ni una coma” y que han llegado a Suprema Corte de Justicia de la Nación, causando una serie de enfrentamientos entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial.

Dentro de estos destaca la ley de la Industria Eléctrica que modificaba el cambio constitucional promovido por Peña Nieto (2013) que permitía a los particulares generar y comercializar energía eléctrica; el Decreto que incorporaría la Guardia Nacional al Ejercito; el Decreto que declaraba como de seguridad nacional e interés público las obras prioritarias de gobierno; el “Plan B” del gobierno sobre la reforma electoral; así como los temas pendientes ante la Corte que por los criterios seguidos en los anteriores casos podrían tener el mismo resultado de declaración de inconstitucionales. Igualmente hay más de 20 disposiciones vía “fasttrakc”, que entre otros temas desaparecen el Insabi, Financiera Rural y Conacyt, temas de aviación civil, licitaciones públicas, cambio climático y otras.

En estos temas se han cometido errores elementales de procedimiento y de fondo y que por tratarse de asuntos tan importantes resulta incomprensible que se hayan manejado de manera tan desaseada, dando margen a que la SCJN los invalide.

Si se trata de errores del gobierno al procesar estos temas sería algo malo, pero si estos “errores” son intencionales sería todavía peor. Son tantos errores que pareciera ser más una estrategia, es decir intencionales, meditados y planeados con un fin muy claro:

Pareciera que el objetivo de estos “errores” intencionales, sería buscar y esperar que las iniciativas y después decretos impugnados fueran “bateados” por la SCJN y con ello desgastar y satanizar este poder que es el único sobre el cual no se tiene el control total presidencial, además de victimizarse de estas decisiones de la Corte y justificar los magros resultados del actual gobierno, y de paso ejercer presión sobre los miembros del cuerpo colegiado para que se sometan, o renuncien., --caso de Eduardo Medina Mora--, y dar paso a designar ministros afines y ampliar el poder presidencial hacia este poder, o incluso hasta promover la mismísima desaparición de la Corte, que se antoja imposible que suceda por ser el garante del constitucionalismo en México.

Pero lo que queda claro y más que evidente es que los “errores” cometidos por el legislativo han tenido el efecto esperado a través de una bien orquestada acción de rechazo a la Corte a través de plantones, las acciones mediáticas y por redes sociales y por tanto, la capitalización política del ejecutivo de estos sucesos “espontáneos”.

DATO 01

Hay más de 20 disposiciones vía “fasttrakc”, que desaparecen el Insabi, Financiera Rural y Conacyt, temas de aviación civil, licitaciones públicas y otras.

DATO 02

Pareciera que el objetivo de estos “errores” intencionales, sería buscar y esperar que las iniciativas y después decretos impugnados fueran “bateados” por la SCJN.

Estrategia: Serie de acciones muy meditadas y que van encaminadas hacia un fin determinado.

Esta definición viene al caso porque pareciera que los últimos acontecimientos y coyunturas dentro de las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde no todo lo que se ve es lo que parece, y pareciera que atrás de todo hay una estrategia que va tomando claridad.

En principio los temas de Reforma Constitucional más relevantes promovidos por el ejecutivo federal y enviados al poder legislativo a través de los diputados de Morena con la “instrucción de no cambiarle ni una coma” y que han llegado a Suprema Corte de Justicia de la Nación, causando una serie de enfrentamientos entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial.

Dentro de estos destaca la ley de la Industria Eléctrica que modificaba el cambio constitucional promovido por Peña Nieto (2013) que permitía a los particulares generar y comercializar energía eléctrica; el Decreto que incorporaría la Guardia Nacional al Ejercito; el Decreto que declaraba como de seguridad nacional e interés público las obras prioritarias de gobierno; el “Plan B” del gobierno sobre la reforma electoral; así como los temas pendientes ante la Corte que por los criterios seguidos en los anteriores casos podrían tener el mismo resultado de declaración de inconstitucionales. Igualmente hay más de 20 disposiciones vía “fasttrakc”, que entre otros temas desaparecen el Insabi, Financiera Rural y Conacyt, temas de aviación civil, licitaciones públicas, cambio climático y otras.

En estos temas se han cometido errores elementales de procedimiento y de fondo y que por tratarse de asuntos tan importantes resulta incomprensible que se hayan manejado de manera tan desaseada, dando margen a que la SCJN los invalide.

Si se trata de errores del gobierno al procesar estos temas sería algo malo, pero si estos “errores” son intencionales sería todavía peor. Son tantos errores que pareciera ser más una estrategia, es decir intencionales, meditados y planeados con un fin muy claro:

Pareciera que el objetivo de estos “errores” intencionales, sería buscar y esperar que las iniciativas y después decretos impugnados fueran “bateados” por la SCJN y con ello desgastar y satanizar este poder que es el único sobre el cual no se tiene el control total presidencial, además de victimizarse de estas decisiones de la Corte y justificar los magros resultados del actual gobierno, y de paso ejercer presión sobre los miembros del cuerpo colegiado para que se sometan, o renuncien., --caso de Eduardo Medina Mora--, y dar paso a designar ministros afines y ampliar el poder presidencial hacia este poder, o incluso hasta promover la mismísima desaparición de la Corte, que se antoja imposible que suceda por ser el garante del constitucionalismo en México.

Pero lo que queda claro y más que evidente es que los “errores” cometidos por el legislativo han tenido el efecto esperado a través de una bien orquestada acción de rechazo a la Corte a través de plantones, las acciones mediáticas y por redes sociales y por tanto, la capitalización política del ejecutivo de estos sucesos “espontáneos”.

DATO 01

Hay más de 20 disposiciones vía “fasttrakc”, que desaparecen el Insabi, Financiera Rural y Conacyt, temas de aviación civil, licitaciones públicas y otras.

DATO 02

Pareciera que el objetivo de estos “errores” intencionales, sería buscar y esperar que las iniciativas y después decretos impugnados fueran “bateados” por la SCJN.

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