/ miércoles 24 de abril de 2019

Un duranguense combate en la invasión norteamericana de Veracruz

Este mes de abril se conmemoró el 105 Aniversario de la Invasión Norteamericana en el Puerto de Veracruz en el año de 1914; un acontecimiento que se antoja lejano en el tiempo y en la distancia en la memoria de los mexicanos, sin embargo, resulta extraño que la historiografía durangueña, poco o nada consigne en sus crónicas, que un ilustre compatriota haya participado en dicha gesta heroica, un hecho que los ciudadanos duranguenses imaginamos -reitero- distante del contexto geográfico.

El personaje en referencia que participó activamente en contra de los invasores norteamericanos fue Arturo Terrones Benítez, quien nació en San José de Tuitán, Durango, el 27 de diciembre de 1889, hijo del Sr. Antonino Terrones y de la Sra. Candelaria Benítez. A mi juicio y a reserva de corroborarlo, una de las razones por la cual este ilustre personaje sucumbió al eventual anonimato, fue la preclara participación en la historia de México de su hermano el Lic. Alberto Terrones Benítez, en su calidad de Diputado Constituyente de 1917, gobernador de Durango, funcionario público y en sus postrimerías Senador de la República por esta Entidad Federativa; Arturo asumió este contexto situacional con profunda modestia y humildad mismas que lo caracterizaron durante su fecunda existencia, hasta su muerte en diciembre de 1954.

Dentro de su vida militar revolucionaria se destacó como Teniente de Infantería del 18° Batallón bajo el mando del Mayor Juan Amaro, tomando parte activa y destacada en la heroica defensa del Puerto de Veracruz, contra la Invasión Norteamericana, el 21 de abril de 1914. Conforme a la versión de la familia Terrones, hasta hoy poco difundida, está consignado que Arturo Terrones Benítez, se distinguió en la lucha contraatacando al enemigo dos veces consecutivas, logrando desalojarlo otras tantas, de una posición clave en el muelle, hasta que materialmente fue imposible resistir la superioridad numérica de los invasores.

Después de esos acontecimientos que marcaron un antes y un después en la vida revolucionaria de México, Arturo Terrones, se licenció del Ejército Federal y retornó a su terruño, esta vez reincorporado a la vida civil, donde incursionó en el sector minero al lado de su hermano Alberto, con el paso de los años se desempeñó como Tesorero Municipal y Tesorero del Gobierno del Estado en Durango. Su historia como funcionario público llegó al ámbito federal hasta ejercer un modesto puesto en el Departamento Agrícola en el Estado de Puebla, así mismo, en la Secretaría de Recursos Hidráulicos esta vez en el estado de San Luis Potosí y Oaxaca. En 1923, fue miembro fundador de la Gran Logia de Estado “Guadalupe Victoria”, donde llegó a dirigirla en 1928, con un notable liderazgo en la Fraternidad masónica de Durango.

Una de las facetas poco difundidas fue precisamente su patriótica participación durante la invasión norteamericana en Veracruz en el año de 1914. Su hermano el distinguido poeta durangueño Alfonso Terrones escribió una estrofa en honor a su contribución en tan notable hecho, que a la letra dice:

Corazón liberal, valiente y puro, / defensor de la patria en Veracruz / al morir cual vivió, mi hermano Arturo / la razón de su ser se vuelve luz.

Este mes de abril se conmemoró el 105 Aniversario de la Invasión Norteamericana en el Puerto de Veracruz en el año de 1914; un acontecimiento que se antoja lejano en el tiempo y en la distancia en la memoria de los mexicanos, sin embargo, resulta extraño que la historiografía durangueña, poco o nada consigne en sus crónicas, que un ilustre compatriota haya participado en dicha gesta heroica, un hecho que los ciudadanos duranguenses imaginamos -reitero- distante del contexto geográfico.

El personaje en referencia que participó activamente en contra de los invasores norteamericanos fue Arturo Terrones Benítez, quien nació en San José de Tuitán, Durango, el 27 de diciembre de 1889, hijo del Sr. Antonino Terrones y de la Sra. Candelaria Benítez. A mi juicio y a reserva de corroborarlo, una de las razones por la cual este ilustre personaje sucumbió al eventual anonimato, fue la preclara participación en la historia de México de su hermano el Lic. Alberto Terrones Benítez, en su calidad de Diputado Constituyente de 1917, gobernador de Durango, funcionario público y en sus postrimerías Senador de la República por esta Entidad Federativa; Arturo asumió este contexto situacional con profunda modestia y humildad mismas que lo caracterizaron durante su fecunda existencia, hasta su muerte en diciembre de 1954.

Dentro de su vida militar revolucionaria se destacó como Teniente de Infantería del 18° Batallón bajo el mando del Mayor Juan Amaro, tomando parte activa y destacada en la heroica defensa del Puerto de Veracruz, contra la Invasión Norteamericana, el 21 de abril de 1914. Conforme a la versión de la familia Terrones, hasta hoy poco difundida, está consignado que Arturo Terrones Benítez, se distinguió en la lucha contraatacando al enemigo dos veces consecutivas, logrando desalojarlo otras tantas, de una posición clave en el muelle, hasta que materialmente fue imposible resistir la superioridad numérica de los invasores.

Después de esos acontecimientos que marcaron un antes y un después en la vida revolucionaria de México, Arturo Terrones, se licenció del Ejército Federal y retornó a su terruño, esta vez reincorporado a la vida civil, donde incursionó en el sector minero al lado de su hermano Alberto, con el paso de los años se desempeñó como Tesorero Municipal y Tesorero del Gobierno del Estado en Durango. Su historia como funcionario público llegó al ámbito federal hasta ejercer un modesto puesto en el Departamento Agrícola en el Estado de Puebla, así mismo, en la Secretaría de Recursos Hidráulicos esta vez en el estado de San Luis Potosí y Oaxaca. En 1923, fue miembro fundador de la Gran Logia de Estado “Guadalupe Victoria”, donde llegó a dirigirla en 1928, con un notable liderazgo en la Fraternidad masónica de Durango.

Una de las facetas poco difundidas fue precisamente su patriótica participación durante la invasión norteamericana en Veracruz en el año de 1914. Su hermano el distinguido poeta durangueño Alfonso Terrones escribió una estrofa en honor a su contribución en tan notable hecho, que a la letra dice:

Corazón liberal, valiente y puro, / defensor de la patria en Veracruz / al morir cual vivió, mi hermano Arturo / la razón de su ser se vuelve luz.