/ domingo 10 de marzo de 2024

Única, bella y fuerte

“Clase gratuita de defensa personal”. Así rezaba un anuncio en el gimnasio donde asisto. Ingenuamente le iba a preguntar al Couch a qué se debía tanta generosidad, hasta que leí: “8 de marzo, solo para mujeres”.

Se me vino a la mente la extraordinaria actuación de Jennifer López en “Nunca más”, película de los años 2000 que trata de una mujer que sufre violencia familiar a manos de su pareja, por lo que decide enfrentarlo y se prepara para luchar por su vida contra él. La caracterización del personaje llevó a la protagonista a volverse una experta en artes marciales; y el film, a casi 25 años de su estreno está actualmente de moda en las plataformas digitales.

Los expositores de la batalla cultural nos explican que ante la ausencia de un conflicto de peso, la lucha de clases patrón-obrero del siglo anterior mutó en este siglo al conflicto hombre-mujer y que ese ha sido el “gran logro” de los ideólogos de género, instalar ese discurso de odio; esa narrativa falaz que la sociedad la ha asumido sutilmente como válida:

“todos los hombres pretenden violentar y so bajar al sexo opuesto así que hay que prepararse para ¨no dejarse¨ ”.

Históricamente, al menos desde la cosmovisión judeo-cristiana, la fortaleza de la mujer, radicaba en su belleza irresistible, en el ser esposa, madre, y orgullosamente “jefa” de hogar, como lo pondera el canto a la mujer virtuosa: Está vestida de fortaleza y dignidad, y se ríe sin temor al futuro . . . Sus hijos se levantan y la bendicen. Su marido la alaba: «Hay muchas mujeres virtuosas y capaces en el mundo, ¡pero tú las superas a todas!».

(Proverbios 31:25-29)

¿Dónde quedó la fortaleza de la mujer? Querida mujer no te dejes engañar: el hombre no es tu enemigo. Si uno de ellos te ha hecho daño, humildemente te pido perdón desde mi posición de hijo, esposo y padre. Tu fortaleza no vendrá de un curso de defensa personal.

Tu fortaleza viene de Dios quien te creó a Su imagen y semejanza: ¡Única, bella y fuerte!

leonardolombar@gmail.com

“Clase gratuita de defensa personal”. Así rezaba un anuncio en el gimnasio donde asisto. Ingenuamente le iba a preguntar al Couch a qué se debía tanta generosidad, hasta que leí: “8 de marzo, solo para mujeres”.

Se me vino a la mente la extraordinaria actuación de Jennifer López en “Nunca más”, película de los años 2000 que trata de una mujer que sufre violencia familiar a manos de su pareja, por lo que decide enfrentarlo y se prepara para luchar por su vida contra él. La caracterización del personaje llevó a la protagonista a volverse una experta en artes marciales; y el film, a casi 25 años de su estreno está actualmente de moda en las plataformas digitales.

Los expositores de la batalla cultural nos explican que ante la ausencia de un conflicto de peso, la lucha de clases patrón-obrero del siglo anterior mutó en este siglo al conflicto hombre-mujer y que ese ha sido el “gran logro” de los ideólogos de género, instalar ese discurso de odio; esa narrativa falaz que la sociedad la ha asumido sutilmente como válida:

“todos los hombres pretenden violentar y so bajar al sexo opuesto así que hay que prepararse para ¨no dejarse¨ ”.

Históricamente, al menos desde la cosmovisión judeo-cristiana, la fortaleza de la mujer, radicaba en su belleza irresistible, en el ser esposa, madre, y orgullosamente “jefa” de hogar, como lo pondera el canto a la mujer virtuosa: Está vestida de fortaleza y dignidad, y se ríe sin temor al futuro . . . Sus hijos se levantan y la bendicen. Su marido la alaba: «Hay muchas mujeres virtuosas y capaces en el mundo, ¡pero tú las superas a todas!».

(Proverbios 31:25-29)

¿Dónde quedó la fortaleza de la mujer? Querida mujer no te dejes engañar: el hombre no es tu enemigo. Si uno de ellos te ha hecho daño, humildemente te pido perdón desde mi posición de hijo, esposo y padre. Tu fortaleza no vendrá de un curso de defensa personal.

Tu fortaleza viene de Dios quien te creó a Su imagen y semejanza: ¡Única, bella y fuerte!

leonardolombar@gmail.com

ÚLTIMASCOLUMNAS