/ sábado 28 de agosto de 2021

A consciencia

¿Marina o José Ramón?

Conforme pasen los días, la lucha al interior de los partidos políticos por hacerse con la candidatura a gobernador se irá recrudeciendo. Ésta, de manera homogénea, se enfoca en la presencia mediática y territorial en los municipios con mayor población.

Especialmente, en la capital y la comarca lagunera, así como en su posicionamiento en encuestas que son las cartas de presentación ante su principal objetivo en este momento, consolidarse con quienes toman las decisiones en el centro del país.

En el caso del Movimiento de Regeneración Nacional, las cosas están muy claras. Sólo hay dos candidatos visibles que tienen posibilidades reales de triunfo. Marina Vitela Rodríguez, alcaldesa de Gómez Palacio y José Ramón Enríquez Herrera, senador de la República. Cualquier otro perfil que determinen sea candidato, habrá de interpretarse como una negociación. En Durango estamos acostumbrados a eso, a que, derivado de la nula representatividad electoral, genere poco interés y se negocie. Esta precisamente, será su principal tarea, que a nivel central en algo llame la atención este olvidado estado norteño.

Ambos profesionales de la salud, la alcaldesa enfermera, el senador médico, representan dentro del mismo partido cosas totalmente distintas. La primera, carga a sus espaldas al grupo que la encumbró, primero a la candidatura y después como presidenta municipal. Aunado a la amistad y clara alianza con Esteban Villegas Villarreal. Negar las filias y fobias a esta altura del partido es más que un insulto a la inteligencia, ya que nada tiene de malo el sentido de pertenencia y menos en política.

José Ramón Enríquez Herrera es un político sui generis. Tiene más vidas que un felino y cuando todos lo dan por muerto, corrobora que en política no existe tal cosa. Auxiliado por el pésimo papel del actual presidente capitalino y la capacidad de moverse en aguas turbulentas, ha consolidado sus relaciones en la ciudad de México y de unos meses a la fecha, su percepción en el entorno ha cambiado y se ha logrado posicionar nuevamente en el ánimo social.

Sus enemigos políticos más que perjudicarlo, lo han ayudado. Por ejemplo, Jorge Salum del Palacio presentó diversas denuncias que quedaron en el aire, que le hicieron al galeno lo que “el viento a Juárez”.

De la misma manera, el gobernador y su equipo de trabajo lo intentan boicotear un día sí y otro también, logrando un efecto antagónico al dejarle un resultado positivo, a tal grado que diversas casas encuestadoras lo ubican con un amplio margen por encima de su competencia directa y en política, lo que no mata, fortalece.

Marina y José Ramón tienen la mayor oportunidad de sus carreras políticas. No hay intención de generar unidad y esa es la mayor debilidad que tienen. Aunque representen intereses antagónicos, debiesen de dejar al menos una puerta abierta para la unidad. Es difícil saber quién lleve ventaja en este momento, pero a nivel central se habla de que el candidato en Durango será hombre. Hagan sus apuestas.

En el tintero… Job Bernache Guzmán, delegado especial del SNTE en la sección 12, ha sido el claro ejemplo de que, cuando no hay intereses personales en el desempeño de una función, se puede trascender en la base trabajadora. Sin compromisos con la autoridad, ha logrado hacer lo que todo trabajador desea, que estén de su lado en las causas justas y en la defensa de los derechos ya adquiridos. Enhorabuena…

¿Marina o José Ramón?

Conforme pasen los días, la lucha al interior de los partidos políticos por hacerse con la candidatura a gobernador se irá recrudeciendo. Ésta, de manera homogénea, se enfoca en la presencia mediática y territorial en los municipios con mayor población.

Especialmente, en la capital y la comarca lagunera, así como en su posicionamiento en encuestas que son las cartas de presentación ante su principal objetivo en este momento, consolidarse con quienes toman las decisiones en el centro del país.

En el caso del Movimiento de Regeneración Nacional, las cosas están muy claras. Sólo hay dos candidatos visibles que tienen posibilidades reales de triunfo. Marina Vitela Rodríguez, alcaldesa de Gómez Palacio y José Ramón Enríquez Herrera, senador de la República. Cualquier otro perfil que determinen sea candidato, habrá de interpretarse como una negociación. En Durango estamos acostumbrados a eso, a que, derivado de la nula representatividad electoral, genere poco interés y se negocie. Esta precisamente, será su principal tarea, que a nivel central en algo llame la atención este olvidado estado norteño.

Ambos profesionales de la salud, la alcaldesa enfermera, el senador médico, representan dentro del mismo partido cosas totalmente distintas. La primera, carga a sus espaldas al grupo que la encumbró, primero a la candidatura y después como presidenta municipal. Aunado a la amistad y clara alianza con Esteban Villegas Villarreal. Negar las filias y fobias a esta altura del partido es más que un insulto a la inteligencia, ya que nada tiene de malo el sentido de pertenencia y menos en política.

José Ramón Enríquez Herrera es un político sui generis. Tiene más vidas que un felino y cuando todos lo dan por muerto, corrobora que en política no existe tal cosa. Auxiliado por el pésimo papel del actual presidente capitalino y la capacidad de moverse en aguas turbulentas, ha consolidado sus relaciones en la ciudad de México y de unos meses a la fecha, su percepción en el entorno ha cambiado y se ha logrado posicionar nuevamente en el ánimo social.

Sus enemigos políticos más que perjudicarlo, lo han ayudado. Por ejemplo, Jorge Salum del Palacio presentó diversas denuncias que quedaron en el aire, que le hicieron al galeno lo que “el viento a Juárez”.

De la misma manera, el gobernador y su equipo de trabajo lo intentan boicotear un día sí y otro también, logrando un efecto antagónico al dejarle un resultado positivo, a tal grado que diversas casas encuestadoras lo ubican con un amplio margen por encima de su competencia directa y en política, lo que no mata, fortalece.

Marina y José Ramón tienen la mayor oportunidad de sus carreras políticas. No hay intención de generar unidad y esa es la mayor debilidad que tienen. Aunque representen intereses antagónicos, debiesen de dejar al menos una puerta abierta para la unidad. Es difícil saber quién lleve ventaja en este momento, pero a nivel central se habla de que el candidato en Durango será hombre. Hagan sus apuestas.

En el tintero… Job Bernache Guzmán, delegado especial del SNTE en la sección 12, ha sido el claro ejemplo de que, cuando no hay intereses personales en el desempeño de una función, se puede trascender en la base trabajadora. Sin compromisos con la autoridad, ha logrado hacer lo que todo trabajador desea, que estén de su lado en las causas justas y en la defensa de los derechos ya adquiridos. Enhorabuena…

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