El año que concluyó, fue sumamente complejo. La vida de manera continua nos brinda aprendizajes en donde, dependiendo de la edad e incluso de la personalidad, apreciamos o despreciamos la experiencia de los mismos.
Bienvenidas y despedidas. Llegadas y partidas. De eso trata todo. Alegrías efímeras y duelos a veces perpetuos cual si se recorriera el propio infierno. Y al final, comenzar nuevamente.
Los seres humanos hemos estado expuestos de manera permanente a las pérdidas y a la desesperanza, sin embargo, desde hace algunos años con el inicio de la pandemia por coronavirus, el dolor se ha vuelto carne viva al ver partir de manera prematura a cientos de personas.
Al igual que en el mundo, en nuestro entidad continuamos librando esta batalla a la que se le sumó un enemigo más, la meningitis micótica, que ha cobrado la vida de muchas mujeres principalmente, pero ha robado la alegría de vivir a sus familias, dejado en ausencia materna perpetua a los recién nacidos e indignada a la sociedad en general.
Sin afán de ser alarmista, hay que abonar a todo este escenario, que la economía familiar se encuentra sumamente mermada. Los duranguenses fuimos sangrados por el gobierno anterior, sin que al momento se les castigue de manera ejemplar a quienes encabezaron este desfalco, no a los segundos a bordo que ha exhibido la autoridad.
Mientras se hacen largas filas para pagar el adelantado replaqueo y el refrendo anual, es decir, mientras el pueblo nuevamente acude a ayudar a salvar las vacías arcas estatales, respondiendo al llamado del gobierno y a la imposición del Congreso del Estado, el exgobernador Aispuro y su esposa Elvira pasean libremente sabedores de que son intocables por los acuerdos cupulares.
Conforme pasan los días más nos convencemos de que, por desgracia, los políticos parece que apuestan nuevamente a explotar la corta memoria del ciudadano más que a ser implacables.
¿Cómo tener un escenario esperanzador con todo lo expuesto? En realidad no tengo la menor idea. Salvo que con hechos contundentes cierren la boca a todos los que pensamos de manera similar. Aún hay esperanza, el gobierno está en ciernes. Si llega a suceder, seré el primero en reconocerlo y aplaudirlo.
Al menos hay que seguir haciendo nuestra parte como ciudadanos. Acudir de manera estoica a pagar a meses sin intereses el replaqueo y el refrendo y aceptar sin miramientos los aumentos diversos que habrá en cobros por servicios y pago de impuestos en la capital. Total, ya estamos acostumbrados. Excelente 2023.
EN EL TINTERO… Jorge Clemente Mojica fue invitado a presidir el Consejo Estatal Ciudadano. ¿Se puede interpretar como mensaje de que Rosas Aispuro y su esposa no serán tocados ni con el pétalo de una rosa? Algo hay que reconocérselo. Tiene olfato político y más vidas que un gato en esos menesteres…
@raulgonzalezr