/ miércoles 10 de enero de 2024

Pérdida de la identidad patrimonial en Durango

La destrucción de la casa donde naciera la excelsa cantante durangueña Fanny Anitúa Yáñez en el centro histórico capitalino, removió la conciencia social respecto a la identidad del patrimonio histórico de los durangueños. El pueblo manifestó su inconformidad a través de las redes sociales, así como en la prensa escrita y la televisión.

De manera inédita el tema se focalizó en el otorgamiento del permiso que emitió el Instituto Nacional de Antropología e Historia, validando dicha solicitud otras dependencias a partir de la autorización del INAH dando como resultado la demolición de un bien inmueble datado del siglo XIX con una arquitectura modesta propia de la época porfiriana de clase media. Ante la denuncia pública, el INAH pretendió justificar la emisión del permiso, lo anterior puso al descubierto que quien debería velar por la conservación del patrimonio histórico, era quien autorizaba el mismo. La noticia se extendió como reguero de pólvora y la sociedad se involucró de tal manera que manifestó su molestia ante el constante deterioro de los bienes inmuebles que atesoran historia e identidad como la expuesta, donde sin el menor decoro a última hora se colocó la supuesta “autorización” y se propagó la noticia que se construiría un local comercial, sin que exista el permiso correspondiente de uso de suelo.

La normatividad internacional que rige los sitios que forman parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO cuya declaración para esta entidad federativa, en particular a la ciudad capital, sanciona a quien destruya, modifique o no realice lo conducente para su preservación y en este caso el Centro Histórico y algunas edificaciones que han sido destruidas en la ciudad y en los 19 sitios dispersos en el estado; lo lamentable es que el INAH no ha atendido de manera oportuna la norma internacional y de continuar su destrucción, eventualmente se perderá la categoría de Patrimonio Cultural de la Humanidad que tanto esfuerzo le costó en su momento a las autoridades mexicanas y en especial al gobierno del estado de Durango.

El ayuntamiento capitalino preocupado por el tema, ha convocado al Consejo de la Crónica, para que defina, confeccione y complemente una lista de inmuebles citadinos con importancia histórica y arquitectónica, para evitar que se presente en el futuro, alguna situación similar, con particular énfasis en el Centro Histórico.

La creación del Consejo de la Crónica de Durango, fue un acierto del presidente municipal Antonio Ochoa, ya que a través de sus miembros se canalizará la problemática que se presente respecto a temas sensibles como el descrito para ser analizado y emitir su razonamiento ponderando en todo momento el interés público y la preservación de la riqueza patrimonial en materia de historia y cultura de los capitalinos.

La destrucción de la casa donde naciera la excelsa cantante durangueña Fanny Anitúa Yáñez en el centro histórico capitalino, removió la conciencia social respecto a la identidad del patrimonio histórico de los durangueños. El pueblo manifestó su inconformidad a través de las redes sociales, así como en la prensa escrita y la televisión.

De manera inédita el tema se focalizó en el otorgamiento del permiso que emitió el Instituto Nacional de Antropología e Historia, validando dicha solicitud otras dependencias a partir de la autorización del INAH dando como resultado la demolición de un bien inmueble datado del siglo XIX con una arquitectura modesta propia de la época porfiriana de clase media. Ante la denuncia pública, el INAH pretendió justificar la emisión del permiso, lo anterior puso al descubierto que quien debería velar por la conservación del patrimonio histórico, era quien autorizaba el mismo. La noticia se extendió como reguero de pólvora y la sociedad se involucró de tal manera que manifestó su molestia ante el constante deterioro de los bienes inmuebles que atesoran historia e identidad como la expuesta, donde sin el menor decoro a última hora se colocó la supuesta “autorización” y se propagó la noticia que se construiría un local comercial, sin que exista el permiso correspondiente de uso de suelo.

La normatividad internacional que rige los sitios que forman parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO cuya declaración para esta entidad federativa, en particular a la ciudad capital, sanciona a quien destruya, modifique o no realice lo conducente para su preservación y en este caso el Centro Histórico y algunas edificaciones que han sido destruidas en la ciudad y en los 19 sitios dispersos en el estado; lo lamentable es que el INAH no ha atendido de manera oportuna la norma internacional y de continuar su destrucción, eventualmente se perderá la categoría de Patrimonio Cultural de la Humanidad que tanto esfuerzo le costó en su momento a las autoridades mexicanas y en especial al gobierno del estado de Durango.

El ayuntamiento capitalino preocupado por el tema, ha convocado al Consejo de la Crónica, para que defina, confeccione y complemente una lista de inmuebles citadinos con importancia histórica y arquitectónica, para evitar que se presente en el futuro, alguna situación similar, con particular énfasis en el Centro Histórico.

La creación del Consejo de la Crónica de Durango, fue un acierto del presidente municipal Antonio Ochoa, ya que a través de sus miembros se canalizará la problemática que se presente respecto a temas sensibles como el descrito para ser analizado y emitir su razonamiento ponderando en todo momento el interés público y la preservación de la riqueza patrimonial en materia de historia y cultura de los capitalinos.