EDUCACIÓN: UNA DEUDA PENDIENTE DEL ESTADO CON MÉXICO
En Agosto de 2018, estuvo en Durango, quien ocuparía la Secretaría de Educación de la entonces próxima administración lopezobradorista que iniciaría el 01 de Diciembre siguiente, Moctezuma atestiguó un foro que resultó ser todo, en donde hubo gritos, insultos y hasta descalificaciones atropelladas, expresiones dirigidas a control remoto, que dieron pena ajena a quienes lo presenciamos, con todo, Esteban Moctezuma, continuó (durante dos meses más que debieron habérsele hechos eternos) con sus visitas a los Estados, para tratar de explicar el derrumbe de la Reforma Educativa que López Obrador prometió frente a la Coordinadora de Maestras y Maestros en Oaxaca.
En 01 de Diciembre siguiente, Esteban Moctezuma se convirtió en el Secretario de Educación del Presidente Andrés Manuel López Obrador, ciertamente un Secretario de Educación de lujo, pero no nos duró mucho el gusto a los mexicanos, Moctezuma en realidad buscaba la ruta de Zedillo hacia los Estados Unidos, la cual consiguió del Presidente, convirtiéndose en el embajador de México en el país de las barras y las estrellas, aún y cuando pudo haber sido una de las famosas corcholatas que aspiraron a la sustitución de López Obrador en la Presidencia, pero a Esteban (Moctezuma) nunca le ha interesado ser Presidente de México, ni cuando tuvo todo para hacerlo, cuando era el flamante Secretario de Sedesol, la otrora super secretaria productora de candidatas y candidatos.
Andrés Manuel supo entonces explotar el resentimiento social que causó una Reforma Educativa que a nadie le gustó (por lo menos no a las maestras y a los maestros) que la sintieron como una persecución y como una intransigencia, parte de una imposición irracional y ciega, de la cual se excluyó a la docencia y a quienes trabajaban en el sector educativo.
Así, el 19 de Mayo de 2019, AMLO dio marcha atrás a la Reforma Educativa de Enrique Peña Nieto, se deshizo del Instituto de Evaluación de la Docencia, pero continuó con la famosa USICAMM, iniciando una ruptura institucional con el pasado inmediato, poniendo en la mesa de discusión de la Cámara de Diputados a tres instrumentos: la Ley General de Educación, la Ley General del Sistema para la Carrera de Maestras y Maestros y a la Ley del Organismo para la Mejora Continua de la Educación en nuestro país, con lo que buscaba crear una base normativa completa y robusta (tal vez no moderna porque no iba acorde con los modelos europeos) pero suficiente como para constituir del sector educativo un bastón de apoyo para la mal llamada Cuarta Transformación.
Esta semana en la Cámara de Diputados, las Comisiones Unidas de Derechos de la Niñez y Adolescencia, de Educación, y de Presupuesto y Cuenta Pública se reunieron con representantes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en México para presentar el “Análisis de la inversión pública en infancia y adolescencia en México 2012-2023” de este “análisis” se puede tener un recordatorio de la deuda que tiene el Estado mexicano con la niñez y adolescencia en México, ya que son estos grupos de edad con mayor prevalencia de pobreza y no lo digo yo, sino la UNICEF.
Una de las conclusiones de este documento es que de 2012 a 2023 prevalecen severas carencias en salud, seguridad social y alimentación para este sector de la población; De igual forma, se especifica en el documento que después de la pandemia COVID – 19, el rezago educativo (como se esperaba) ascendió hasta 10.2 % lo que regresa a México a niveles de 2018 y no solo eso, se establece en el “Análisis” que se están comenzando a perder generaciones que no ven en la educación a un camino para alcanzar su desarrollo.
Los jóvenes de hoy, utilizan su teléfono celular el 78% de las 24 horas de su día, pero no necesariamente para estudiar o consultar sus tareas ó para cumplir con sus deberes académicos o estudiantiles, lo utilizan para participar en retos, para observar a sus tiktokers preferidos, ver y escuchar música y para jugar video-juegos, para interactuar en plataformas de actividades especializadas que normalmente realizan y para observar tutoriales cuando no saben la ruta de algún nuevo juego, ¿preocupante? Claro que sí, la pregunta es: ¿Qué es lo que haremos como sociedad para rectificar este rumbo de las y los jóvenes?.
