/ viernes 3 de noviembre de 2023

Temas de la República

31 DE OCTUBRE (DULCE O TRUCO) : OTIS Y LOS FANTASMAS QUE ASUSTAN A LA 4TA TRANSFORMACIÓN

Faltan dos meses para que termine el 2023 y los días que restan del presente año, serán cruciales para que Andrés Manuel López Obrador (sin mucha ayuda de sus funcionarios) logre afianzar o fracasar en la consolidación de la famosa y trillada cuarta trasformación, en esta tarea, mientras más se acerque el final de su administración, más se le irán apareciendo fantasmas, como el mal - logrado tren maya, en donde el proyecto llevó al gobierno lopezobradorista a enfrentarse mediáticamente con el comandante Moisés, antes conocido internacionalmente como el subcomandante Marcos (a quien compró rápidamente), pero no fue el único, activistas de todo el mundo se opusieron a este proyecto, pero como siempre y como en todo, AMLO simple y sencillamente los ignoró.

Muchas otras Organizaciones civiles anunciaron oposición legal o jurídica para interponer amparos en contra de proyectos como el corredor interoceánico o transísmico, incluso el proyecto integral Morelos. lo anterior me transporta inevitablemente al sexenio de Fox, cuando al cabo de nueve meses de conflictos, un puñado de macheteros descalzonados, que se hacían llamar ejidatarios de San Salvador Atenco, impidieron la construcción de un megaproyecto de aeropuerto, en lo que representó uno de los grandes fracasos del gobierno foxista. La pregunta que flotaba en el aire era si la historia se repetiría con AMLO, pero no fue así.

Otro fantasma que perseguirá al Presidente López Obrador, será la obra del Aeropuerto de Santa Lucía, pues nunca pudo demostrar que si era viable y que con su construcción verdaderamente se aportó al desahogo del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, el que un día sí y otro también presenta pérdidas millonarias por el retraso de los vuelos de sus aerolíneas, por sobresaturación principalmente; En este sentido, el presidente dijo públicamente que se dejaría de llamar Andrés Manuel López Obrador, si el 21 de marzo del 2022, el aeropuerto de Santa Lucía no estaba terminado y cumplió, la pregunta, la gran pregunta es y seguirá siendo ¿Para que? ¿para que empecinarse en la construcción de un Aeropuerto que solo servirá para aterrizar los vuelos no importantes, como los vuelos de Durango a la Ciudad de México, lo que implicará a los usuarios de la única aerolínea que opera en nuestro estado, un trayecto de traslado de aproximadamente dos horas hacia la Ciudad de México, con todos los riesgos que significa cruzar el Estado de México, eso sin contar que los impuestos de cada vuelo, han recibido autorizaciones del Gobierno Federal y las autoridades como la Administración Federal de Aviación y la Agencia Federal de Aviación, entre otras para que usted y yo paguemos 10% por cada vuelo nacional y 25% (si lo leyó usted bien) 25% de alza en cada vuelo internacional, porque desde la lógica del Gobierno Federal si viajas a otros países es porque eres conservador, fifí pues para escribirlo en términos de Palacio Nacional.

Los bancos del bienestar son otro de los fantasmas que se quedarán en el limbo, porque vaya que le cargó la mano al ejército el actual Presidente y jefe de las fuerzas armadas del país, pues como si el ejército no tuviera nada que hacer con el tema de la seguridad pública, luego del peor inicio de sexenio desde hace 30 años, López Obrador anunció la construcción de dos mil setecientos ¿Bancos? del bienestar.


2/2

Destaca que la inversión total de la construcción de estos “Bancos” fue de la astronómica cantidad de 10 mil millones de pesos en dos etapas: 2020 – 2021, firmando un contrato multimillonario con el ejército para que fuera éste quien se encargara de la construcción pero también de los traslados de valores, como si los soldados fueran banqueros, ese dinero que no sirvió de nada (al último esos cheques se reparten en las casas de las líderes de las colonias) y ese dinero (10 mil millones) en este momento le serviría de mucho a López Obrador, para atajar los efectos mediáticos que como fantasmas se le aparecen en el tema de Otis en Acapulco Guerrero, en donde las imágenes siguen siendo de Halloween, aunque ya haya pasado la fecha.

El tema fiscal fue muy ambiguo en este sexenio, mientras convenció a muchos, a otros les pareció un derroche de impuestos socialista, mientras el terrorismo fiscal al más viejo estilo priista de los años setentas apretaba a los empresarios, los ninis recibían sendos cheques firmados por AMLO, sumado a esto, con los anuncios de la Secretaria de Hacienda, en donde los ahorradores fueron afectados con el pago de impuestos, indudablemente se nubló la intención de ahorro bancario, en un país como México que de por si no tiene esa cultura, el ahorro bajo el colchón llegó de nuevo en el presente sexenio (como en los tiempos de nuestras abuelitas).

En 2019 no le fue nada bien a México, con una recesión disfrazada de crecimiento cero punto cero, nuestro país, debió atender la desaceleración de la economía estadounidense, sobre todo en un entorno peligroso en el que las decisiones del loco Trump, amenazaban con conducir a los Estados Unidos a una guerra, bursamétrica que habría convocado a una fuerte desaceleración de la economía norteamericana hacia finales del año 2020. Lo anterior, sumado a la reducción de las calificaciones de Pemex y de la deuda soberana, tanto Sip como Modis, mantenían la calificación de Pemex y de la deuda soberana en perspectiva negativa.

La baja actividad económica, o en un extremo una contracción de la misma, afectaron inevitablemente la recaudación y con esto las calificadoras estuvieron a punto de degradar la calificación o inclusive quitar el grado de Inversión a México, lo cual hubiera sido una catástrofe financiera, pero afortunadamente no fue así, López Obrador increíblemente llega al final de su sexenio con finanzas hasta cierto punto sanas, ayudado por la recuperación axiomática luego de la debacle mundial de la pandemia del virus Covid – 19, sin embargo, muchos se preguntan si esto le alcanzará para que su Movimiento crezca, prevalezca y se fortalezca, aun quedando huérfano de padre, una vez que López Obrador haya recibido los santos oleos y entregue la administración federal de gobierno a quien la democracia designe como su sucesor en este 2024.

31 DE OCTUBRE (DULCE O TRUCO) : OTIS Y LOS FANTASMAS QUE ASUSTAN A LA 4TA TRANSFORMACIÓN

Faltan dos meses para que termine el 2023 y los días que restan del presente año, serán cruciales para que Andrés Manuel López Obrador (sin mucha ayuda de sus funcionarios) logre afianzar o fracasar en la consolidación de la famosa y trillada cuarta trasformación, en esta tarea, mientras más se acerque el final de su administración, más se le irán apareciendo fantasmas, como el mal - logrado tren maya, en donde el proyecto llevó al gobierno lopezobradorista a enfrentarse mediáticamente con el comandante Moisés, antes conocido internacionalmente como el subcomandante Marcos (a quien compró rápidamente), pero no fue el único, activistas de todo el mundo se opusieron a este proyecto, pero como siempre y como en todo, AMLO simple y sencillamente los ignoró.

Muchas otras Organizaciones civiles anunciaron oposición legal o jurídica para interponer amparos en contra de proyectos como el corredor interoceánico o transísmico, incluso el proyecto integral Morelos. lo anterior me transporta inevitablemente al sexenio de Fox, cuando al cabo de nueve meses de conflictos, un puñado de macheteros descalzonados, que se hacían llamar ejidatarios de San Salvador Atenco, impidieron la construcción de un megaproyecto de aeropuerto, en lo que representó uno de los grandes fracasos del gobierno foxista. La pregunta que flotaba en el aire era si la historia se repetiría con AMLO, pero no fue así.

Otro fantasma que perseguirá al Presidente López Obrador, será la obra del Aeropuerto de Santa Lucía, pues nunca pudo demostrar que si era viable y que con su construcción verdaderamente se aportó al desahogo del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, el que un día sí y otro también presenta pérdidas millonarias por el retraso de los vuelos de sus aerolíneas, por sobresaturación principalmente; En este sentido, el presidente dijo públicamente que se dejaría de llamar Andrés Manuel López Obrador, si el 21 de marzo del 2022, el aeropuerto de Santa Lucía no estaba terminado y cumplió, la pregunta, la gran pregunta es y seguirá siendo ¿Para que? ¿para que empecinarse en la construcción de un Aeropuerto que solo servirá para aterrizar los vuelos no importantes, como los vuelos de Durango a la Ciudad de México, lo que implicará a los usuarios de la única aerolínea que opera en nuestro estado, un trayecto de traslado de aproximadamente dos horas hacia la Ciudad de México, con todos los riesgos que significa cruzar el Estado de México, eso sin contar que los impuestos de cada vuelo, han recibido autorizaciones del Gobierno Federal y las autoridades como la Administración Federal de Aviación y la Agencia Federal de Aviación, entre otras para que usted y yo paguemos 10% por cada vuelo nacional y 25% (si lo leyó usted bien) 25% de alza en cada vuelo internacional, porque desde la lógica del Gobierno Federal si viajas a otros países es porque eres conservador, fifí pues para escribirlo en términos de Palacio Nacional.

Los bancos del bienestar son otro de los fantasmas que se quedarán en el limbo, porque vaya que le cargó la mano al ejército el actual Presidente y jefe de las fuerzas armadas del país, pues como si el ejército no tuviera nada que hacer con el tema de la seguridad pública, luego del peor inicio de sexenio desde hace 30 años, López Obrador anunció la construcción de dos mil setecientos ¿Bancos? del bienestar.


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Destaca que la inversión total de la construcción de estos “Bancos” fue de la astronómica cantidad de 10 mil millones de pesos en dos etapas: 2020 – 2021, firmando un contrato multimillonario con el ejército para que fuera éste quien se encargara de la construcción pero también de los traslados de valores, como si los soldados fueran banqueros, ese dinero que no sirvió de nada (al último esos cheques se reparten en las casas de las líderes de las colonias) y ese dinero (10 mil millones) en este momento le serviría de mucho a López Obrador, para atajar los efectos mediáticos que como fantasmas se le aparecen en el tema de Otis en Acapulco Guerrero, en donde las imágenes siguen siendo de Halloween, aunque ya haya pasado la fecha.

El tema fiscal fue muy ambiguo en este sexenio, mientras convenció a muchos, a otros les pareció un derroche de impuestos socialista, mientras el terrorismo fiscal al más viejo estilo priista de los años setentas apretaba a los empresarios, los ninis recibían sendos cheques firmados por AMLO, sumado a esto, con los anuncios de la Secretaria de Hacienda, en donde los ahorradores fueron afectados con el pago de impuestos, indudablemente se nubló la intención de ahorro bancario, en un país como México que de por si no tiene esa cultura, el ahorro bajo el colchón llegó de nuevo en el presente sexenio (como en los tiempos de nuestras abuelitas).

En 2019 no le fue nada bien a México, con una recesión disfrazada de crecimiento cero punto cero, nuestro país, debió atender la desaceleración de la economía estadounidense, sobre todo en un entorno peligroso en el que las decisiones del loco Trump, amenazaban con conducir a los Estados Unidos a una guerra, bursamétrica que habría convocado a una fuerte desaceleración de la economía norteamericana hacia finales del año 2020. Lo anterior, sumado a la reducción de las calificaciones de Pemex y de la deuda soberana, tanto Sip como Modis, mantenían la calificación de Pemex y de la deuda soberana en perspectiva negativa.

La baja actividad económica, o en un extremo una contracción de la misma, afectaron inevitablemente la recaudación y con esto las calificadoras estuvieron a punto de degradar la calificación o inclusive quitar el grado de Inversión a México, lo cual hubiera sido una catástrofe financiera, pero afortunadamente no fue así, López Obrador increíblemente llega al final de su sexenio con finanzas hasta cierto punto sanas, ayudado por la recuperación axiomática luego de la debacle mundial de la pandemia del virus Covid – 19, sin embargo, muchos se preguntan si esto le alcanzará para que su Movimiento crezca, prevalezca y se fortalezca, aun quedando huérfano de padre, una vez que López Obrador haya recibido los santos oleos y entregue la administración federal de gobierno a quien la democracia designe como su sucesor en este 2024.

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