Tiempos de ruptura
Definidas las candidaturas a la presidencia municipal de Durango, se puede afirmar e incluso sostener, que las mismas se dieron matizadas por la ruptura. En orden de importancia y trascendencia, a continuación se describen caso por caso las rupturas que tuvieron lugar.
Destaca por sus antecedentes y consecuencia la ruptura que se gestó y concluyó en la tendencia de alianzas que condujo (haya sido como haya sido) a AMLO a la Presidencia de la República.
Perdido el registro por el Partido Encuentro Social (PES), que formó parte de la coalición victoriosa Morena-PT-PES, éste rápidamente fue relevado y por ende sustituido por el Partido Verde Ecologista de México, con amplia experiencia para sumarse al partido mayoritario para así alcanzar prebendas jugosas que por sí solo no habría podido obtener.
Tal vez por desconocimiento de la realidad del estado por parte de la dirigente nacional de Morena, especialmente de la correlación de fuerzas en Durango capital, y además, en una notoria deficiente operación política que se tradujo en una cadena de errores (con la concurrencia o no del dolo), definidas las candidaturas por el órgano interno de dicho partido, en Durango se pergeñó una candidatura común para todos los municipios de Durango construida localmente por los dirigentes reales o supuestos de los tres partidos pactantes: Morena, PVEM y PT, que se tradujo en el registro de candidaturas en todos los municipios del estado bajo la figura citada de candidaturas comunes, la cual no fue validada por el organismo electoral.
Sin embargo, impugnación de por medio, el Tribunal Estatal Electoral declaró procedente tales candidaturas, lo cual dio margen para que, por lo menos en el municipio de Durango, el candidato común registrado (el senador con licencia Alejandro González Yáñez, alias Gonzalo) iniciara su campaña con la sujeción ya muy vista de su modus operandi, pero ahora avalada por el hecho de haber contribuido a la victoria de Morena y al ascenso de AMLO al poder presidencial.
Como en materia electoral no opera la suspensión, los candidatos emanados del órgano interno de Morena, quedaron marginados del hacer y quehacer político, en espera a que la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolviera lo conducente conforme a Derecho, para así decidir y saber cuál de los candidatos avalados por Morena, uno por candidatura común y el otro sólo por dicho partido, sería el que representara los intereses partidarios en las elecciones municipales en proceso.
La Sala Regional citada resolvió puntualmente y estableció que los candidatos de Morena eran los aprobados por el órgano interno de este partido, los cuales quedaron formalmente registrados mediante acuerdo tomado en sesión especial y transmitida en tiempo real del Consejo General el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, el cual sólo se concretó a cumplir con la resolución del órgano jurisdiccional electoral federal, para lo cual tuvo que superar las galimatías expresadas por el representante de Morena ante el Consejo citado y los argumentos endebles del representante del Partido del Trabajo.
Al respecto, habría que agregar que el Consejo General tuvo que clarificar y, en algunos casos corregir, los registros de los candidatos que formaban parte de las planillas propuestas, toda vez que las mismas, por falta de conocimiento de la correlación de fuerzas municipales y con el tiempo en contra, no pudieron proponer para su registro al total de candidatos propietarios y suplentes en varios municipios.
Además, el día 2 el Consejo de referencia había aprobado la candidatura del senador con licencia, para que contendiera apoyado por la presidencia municipal de Durango únicamente con el apoyo de su Partido que tiene bajo su total control de tiempo ha y que aún habrá más.
Luego pues, la ruptura se dio y tendrá sus efectos en contra del candidato de Morena y del candidato del PT, ya que ambos se disputarán quién representa más los intereses de AMLO en su calidad de jefe nato de su partido en pos de hacer efectiva en Durango la 4T. A lo anterior habría que sumar el hecho de que ambos empezarían muy tarde su campaña, más uno que el otro y que solamente les quedaría la mitad del tiempo de cincuenta días establecidos para tal efecto por el organismo electoral.
Tal retraso y división sin duda alguna beneficia más al candidato del Partido Movimiento Ciudadano (MC), quien sí ha tenido todo el tiempo legal establecido para hacer campaña; candidato que también viene de una ruptura en la cual no concurrieron demasiadas circunstancias sino que tiene un trazo lineal.
El candidato del MC aspira a la reelección con el apoyo de su partido que localmente organizó y controla, fue candidato a presidente municipal en 2016 por los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática, mientras que en 2018 fue candidato a senador con el aval de los partidos citados más el MC. Si en estas elecciones sólo es apoyado por este partido, ello indica que oportunamente se dio la ruptura, tal vez en forma individual, entre él y su partido con el PAN y el titular del poder ejecutivo producto de la alianza PAN-PRD.
Tal ruptura, por otra parte, se tradujo en el hecho de que el PAN vaya solo en la elección para la presidencia municipal de Durango y que sólo de facto pero no legalmente, contará con el apoyo del PRD, partido éste que desde ahora se anticipa pocos votos le aportará.
Por lo que se refiere al PVEM, el año pasado, después del proceso electoral, rompió con el partido otrora en el poder y con prisa y sin pausa, rápidamente se sumó al partido vencedor (Morena), lo cual lo condujo a la candidatura común que no fue validada por los órganos electorales tanto administrativo como jurisdiccional, así como al hecho de que postulara a su propios candidatos (una mujer en Durango), desde ahora se augura que sus resultados serán muy magros desde el punto de vista electoral.
Por su parte, PRD no postuló candidato para Durango producto de deficiencias en el registro de la candidatura común, misma circunstancia en la cual incurrió el Partido Duranguense que por vez primera irá solo en pos de la presidencia municipal de Durango. En el caso de este partido la incógnita es a cuánto ascenderá su cosecha electoral.
Finalmente, el PAN vive de tiempo inmerso en una ruptura interna tanto en su dirigencia como en la militancia de su voto duro y que parte de ella emigró al partido MC, y además, se percibe distante del gobernador que llegó al poder estatal con respaldo absoluto de dicho partido, distanciamiento que se considera recíproco de aquél hacia éste.
Aparentemente en el PRI no hubo ruptura en la elección de candidato, pero...
