/ lunes 29 de julio de 2019

LA POLÍTICA ES ASÍ

En vísperas

Mientras que en el contexto nacional se perfilan los aspirantes a ser elegidos para dirigir en los tiempos por venir al partido propiedad de AMLO y quien decidirá quién será el próximo(a) dirigente nacional del mismo, lo cual, por ahora se considera que ocurrirá sin generar división alguna.

Mientras, en el PAN no encuentran el hilo para salir del laberinto de la mediocridad en el cual se encuentra inmerso el partido desde hace varios años a consecuencia por la disputa por el poder interno.

Mientras en el PRI los que pretenden ser los dirigentes nacionales del mismo, al igual que los militantes que aún creen en la resurrección del partido y pretenden convencer a propios y extraños que el PRI renacerá de sus cenizas como el Ave Fénix mitológico, viven en una dimensión desconocida y no quieren darse cuenta que el fin del mismo fue gestado y construido por parte de los mismos que ahora impulsan al preferido y quien, en el sexenio que se fue, tuvo el calificativo de ser uno de los favoritos del jefe máximo del PRI, y quien, además, no tiene la personalidad, la formación y los tamaños para enfrentarse y superar a AMLO y a sus seguidores; militantes que persisten en su convicción e intención de apoyar a aquél “sin parar mientes”.

Mientras todo ello ocurre a nivel nacional, en Durango se vive una situación extraña nunca antes experimentada, y donde, en vísperas de la toma de posesión de los ayuntamientos el 31 de agosto próximo, así como a un mes y medio de la rendición de labores correspondiente al tercer año de ejercicio del poder estatal, pareciere que no pasa nada y que, por lo menos en Durango capital, el tiempo aparece como detenido y los actores como que están “encantados”, paralizados o bien pasmados ante el panorama político de la entidad.

La extraña situación de referencia se sustenta en lo siguiente: La titularidad del poder ejecutivo la conserva un político con pasado priista que llegó al poder fundamentalmente con el aval del PAN.

El Congreso del Estado está dominado por la izquierda (MORENA-PT). El PAN sólo tiene cinco diputados, mismo número que conserva el PRI, quien, de acuerdo con la normatividad y con el consenso hace tiempo obtenido, uno de los suyos será el próximo presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado (el diputado de representación proporcional que fue vencido por el actual gobernador en la contienda electoral de 2016). Además, el grupo parlamentario del PRI ha operado y se ha visto muy afín del gobernador panista.

Por vez primera en la historia de Durango, el PAN gobernará en más municipios que el PRI (24 versus 16). Además, en los dos municipios con mayor padrón electoral no gobernará el PRI, pues en Durango lo hará el PAN, mientras que en Gómez Palacio será MORENA; municipio por primera vez perdido y que aparecía como un patrimonio de la familia Herrera Ale, con rumores (sólo rumores) en el sentido de que se estuvo de acuerdo en ceder el municipio al partido vencedor y que, por otra parte, coadyuvó para que el PAN ganara el Ayuntamiento de Durango.

En lo concerniente al proceso entrega-recepción en el Ayuntamiento de Durango, a un poco más de la renovación formal del poder, el presidente electo se ha concretado a objetivos específicos: A informar de tres de sus seguros integrantes de la administración pública municipal; a viajar al vecino país del norte con la finalidad de promover el turismo (se supone estatal y municipal); a reiterar la preocupación derivada de la deuda que heredará de la actual administración, sin que a la fecha haya anunciado un encuentro con el presidente municipal en funciones para delinear el proceso aludido y la designación de los integrantes de la comisión de recepción, en tanto que el presidente municipal, prácticamente hizo mutis de los medios informativos y las dependencias del Ayuntamiento se concretan a continuar con las obras pendientes y atender las demandas ciudadanas que nunca terminarán.

Por otra parte, el alcalde electo no ha esbozado un amplio y convincente programa de gobierno. Seguramente él y sus futuros colaboradores están dedicados a estructurarlo, en el entendido de que lo principal del mismo lo es y siempre debe de ser la atención a las funciones y/o atribuciones conferidas a los ayuntamientos en las constituciones federal y estatal, así como en la ley orgánica de la administración pública municipal, lo cual no siempre ocurre con oportunidad y real conocimiento de causa, ya que los presidentes municipales electos, por lo menos la mayoría si no es que todos, van más allá y pretenden competir tanto con el estado como con la federación, con el objeto de que la administración pública municipal a su cargo, los catapulte a mayores espacios y estadios de poder, tal y como ha ocurrido en épocas pasadas, casi siempre con miras a la gubernatura o bien a una senaduría o a una diputación federal, para que de éstas buscar y obtener la candidatura para ser los próximos gobernadores del Estado.

En lo que se refiere al gobernador, pasada la parafernalia y las luces de la feria de Durango (que se autocataloga como nacional), iniciará los preparativos para rendir su tercer informe de gobierno, con la consiguiente difusión del mismo, para luego enfocar sus acciones de gobierno en el descenso de su mandato, para, en su momento, estar preparado para entregar el poder ya fuere a un miembro de su partido, o bien a un militante del PRI que representaría el pasado que se fue, o bien a un candidato de MORENA que podría representar un futuro promisorio dentro del amplio campo de acción de la 4T y que muchos no alcanzan a comprender, y que el mismo AMLO, cada día ubica como la responsable de terminar con la corrupción a la cual le atribuye todos los males del pasado, postura compartida por la mayoría de los que votaron por él y que es más del 50% de los mismos que, vía conferencias mañaneras o bien por la comunicación política de él, están convencidos de que AMLO va a alcanzar tal objetivo a partir de su afirmación que la corrupción la terminará como se barren las escaleras “de arriba abajo”.

En su momento, ya se verán los perfiles de los posibles candidatos a gobernador del estado en 2022, previa estación de paso y que podría ser la antesala del poder estatal tal y como se considera que serán las elecciones federales de 2021.

Posdata.- El ferrocarril Durango-Mazatlán y la fundidora son sueños y aspiraciones irrealizables de Pedro, tal y como hace tiempo se dijo del primero.

En vísperas

Mientras que en el contexto nacional se perfilan los aspirantes a ser elegidos para dirigir en los tiempos por venir al partido propiedad de AMLO y quien decidirá quién será el próximo(a) dirigente nacional del mismo, lo cual, por ahora se considera que ocurrirá sin generar división alguna.

Mientras, en el PAN no encuentran el hilo para salir del laberinto de la mediocridad en el cual se encuentra inmerso el partido desde hace varios años a consecuencia por la disputa por el poder interno.

Mientras en el PRI los que pretenden ser los dirigentes nacionales del mismo, al igual que los militantes que aún creen en la resurrección del partido y pretenden convencer a propios y extraños que el PRI renacerá de sus cenizas como el Ave Fénix mitológico, viven en una dimensión desconocida y no quieren darse cuenta que el fin del mismo fue gestado y construido por parte de los mismos que ahora impulsan al preferido y quien, en el sexenio que se fue, tuvo el calificativo de ser uno de los favoritos del jefe máximo del PRI, y quien, además, no tiene la personalidad, la formación y los tamaños para enfrentarse y superar a AMLO y a sus seguidores; militantes que persisten en su convicción e intención de apoyar a aquél “sin parar mientes”.

Mientras todo ello ocurre a nivel nacional, en Durango se vive una situación extraña nunca antes experimentada, y donde, en vísperas de la toma de posesión de los ayuntamientos el 31 de agosto próximo, así como a un mes y medio de la rendición de labores correspondiente al tercer año de ejercicio del poder estatal, pareciere que no pasa nada y que, por lo menos en Durango capital, el tiempo aparece como detenido y los actores como que están “encantados”, paralizados o bien pasmados ante el panorama político de la entidad.

La extraña situación de referencia se sustenta en lo siguiente: La titularidad del poder ejecutivo la conserva un político con pasado priista que llegó al poder fundamentalmente con el aval del PAN.

El Congreso del Estado está dominado por la izquierda (MORENA-PT). El PAN sólo tiene cinco diputados, mismo número que conserva el PRI, quien, de acuerdo con la normatividad y con el consenso hace tiempo obtenido, uno de los suyos será el próximo presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado (el diputado de representación proporcional que fue vencido por el actual gobernador en la contienda electoral de 2016). Además, el grupo parlamentario del PRI ha operado y se ha visto muy afín del gobernador panista.

Por vez primera en la historia de Durango, el PAN gobernará en más municipios que el PRI (24 versus 16). Además, en los dos municipios con mayor padrón electoral no gobernará el PRI, pues en Durango lo hará el PAN, mientras que en Gómez Palacio será MORENA; municipio por primera vez perdido y que aparecía como un patrimonio de la familia Herrera Ale, con rumores (sólo rumores) en el sentido de que se estuvo de acuerdo en ceder el municipio al partido vencedor y que, por otra parte, coadyuvó para que el PAN ganara el Ayuntamiento de Durango.

En lo concerniente al proceso entrega-recepción en el Ayuntamiento de Durango, a un poco más de la renovación formal del poder, el presidente electo se ha concretado a objetivos específicos: A informar de tres de sus seguros integrantes de la administración pública municipal; a viajar al vecino país del norte con la finalidad de promover el turismo (se supone estatal y municipal); a reiterar la preocupación derivada de la deuda que heredará de la actual administración, sin que a la fecha haya anunciado un encuentro con el presidente municipal en funciones para delinear el proceso aludido y la designación de los integrantes de la comisión de recepción, en tanto que el presidente municipal, prácticamente hizo mutis de los medios informativos y las dependencias del Ayuntamiento se concretan a continuar con las obras pendientes y atender las demandas ciudadanas que nunca terminarán.

Por otra parte, el alcalde electo no ha esbozado un amplio y convincente programa de gobierno. Seguramente él y sus futuros colaboradores están dedicados a estructurarlo, en el entendido de que lo principal del mismo lo es y siempre debe de ser la atención a las funciones y/o atribuciones conferidas a los ayuntamientos en las constituciones federal y estatal, así como en la ley orgánica de la administración pública municipal, lo cual no siempre ocurre con oportunidad y real conocimiento de causa, ya que los presidentes municipales electos, por lo menos la mayoría si no es que todos, van más allá y pretenden competir tanto con el estado como con la federación, con el objeto de que la administración pública municipal a su cargo, los catapulte a mayores espacios y estadios de poder, tal y como ha ocurrido en épocas pasadas, casi siempre con miras a la gubernatura o bien a una senaduría o a una diputación federal, para que de éstas buscar y obtener la candidatura para ser los próximos gobernadores del Estado.

En lo que se refiere al gobernador, pasada la parafernalia y las luces de la feria de Durango (que se autocataloga como nacional), iniciará los preparativos para rendir su tercer informe de gobierno, con la consiguiente difusión del mismo, para luego enfocar sus acciones de gobierno en el descenso de su mandato, para, en su momento, estar preparado para entregar el poder ya fuere a un miembro de su partido, o bien a un militante del PRI que representaría el pasado que se fue, o bien a un candidato de MORENA que podría representar un futuro promisorio dentro del amplio campo de acción de la 4T y que muchos no alcanzan a comprender, y que el mismo AMLO, cada día ubica como la responsable de terminar con la corrupción a la cual le atribuye todos los males del pasado, postura compartida por la mayoría de los que votaron por él y que es más del 50% de los mismos que, vía conferencias mañaneras o bien por la comunicación política de él, están convencidos de que AMLO va a alcanzar tal objetivo a partir de su afirmación que la corrupción la terminará como se barren las escaleras “de arriba abajo”.

En su momento, ya se verán los perfiles de los posibles candidatos a gobernador del estado en 2022, previa estación de paso y que podría ser la antesala del poder estatal tal y como se considera que serán las elecciones federales de 2021.

Posdata.- El ferrocarril Durango-Mazatlán y la fundidora son sueños y aspiraciones irrealizables de Pedro, tal y como hace tiempo se dijo del primero.

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