/ domingo 5 de mayo de 2024

Las personas de uniforme amarillo

Si me hubieran preguntado de qué color es el uniforme de las personas que mantienen limpias las calles del Centro Histórico de nuestra ciudad no hubiera acertado. Menos aún el nombre de la dependencia a la que pertenecen y dónde se ubica su base de operaciones. La mayoría de las personas que forman parte de ese servicio pasan inadvertidas a nuestros ojos, incluso, hasta a veces son blanco de nuestra prepotencia al volante. Ellas fueron las personas escogidas por un grupo de hombres y mujeres que aman a Dios y buscan cómo manifestar ese amor a través de actos de servicio a la comunidad.

Gestión mediante y no exenta de contratiempos burocráticos, averiguaron los nombres de cada una de las personas pertenecientes a esta dependencia del Municipio y prepararon un Box Lunch que por generosidad y calidad ameritaba el título de “Gourmet”, sorprendiéndoles en el cambio de turno en su lugar de trabajo cerca del ex cuartel. Querían, a través de ese gesto, decirles que Dios les amaba y que su tarea era significativa para los habitantes de esta ciudad. ¡Vaya que lo lograron! El escuchar su nombre de pila en boca de gente desconocida provocó un afectuoso y nada “sanitario” abrazo que se fundió con lágrimas de por medio.

Cada vez que nos enrolamos en algo así, nos parecemos más a nuestro Señor: ”No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes. No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás. Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús.“ Filipenses‬ ‭2‬:‭3‬-‭5‬ ‭NTV‬‬

Mientras pensaba en este artículo, venía caminando por Pino Suárez, y a la altura de la Plaza IV Centenario, me topé con varias personas de esta dependencia realizando su poco reconocido trabajo. Me di cuenta el importante rol que desempeñan, me percaté que parte de mis impuestos son bien usados, aprecié que mi ciudad estuviera limpia, pero sobre todo, recordé que para Dios, no pasan inadvertidas las personas de uniforme amarillo.


leonardolombar@gmail.com

Si me hubieran preguntado de qué color es el uniforme de las personas que mantienen limpias las calles del Centro Histórico de nuestra ciudad no hubiera acertado. Menos aún el nombre de la dependencia a la que pertenecen y dónde se ubica su base de operaciones. La mayoría de las personas que forman parte de ese servicio pasan inadvertidas a nuestros ojos, incluso, hasta a veces son blanco de nuestra prepotencia al volante. Ellas fueron las personas escogidas por un grupo de hombres y mujeres que aman a Dios y buscan cómo manifestar ese amor a través de actos de servicio a la comunidad.

Gestión mediante y no exenta de contratiempos burocráticos, averiguaron los nombres de cada una de las personas pertenecientes a esta dependencia del Municipio y prepararon un Box Lunch que por generosidad y calidad ameritaba el título de “Gourmet”, sorprendiéndoles en el cambio de turno en su lugar de trabajo cerca del ex cuartel. Querían, a través de ese gesto, decirles que Dios les amaba y que su tarea era significativa para los habitantes de esta ciudad. ¡Vaya que lo lograron! El escuchar su nombre de pila en boca de gente desconocida provocó un afectuoso y nada “sanitario” abrazo que se fundió con lágrimas de por medio.

Cada vez que nos enrolamos en algo así, nos parecemos más a nuestro Señor: ”No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes. No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás. Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús.“ Filipenses‬ ‭2‬:‭3‬-‭5‬ ‭NTV‬‬

Mientras pensaba en este artículo, venía caminando por Pino Suárez, y a la altura de la Plaza IV Centenario, me topé con varias personas de esta dependencia realizando su poco reconocido trabajo. Me di cuenta el importante rol que desempeñan, me percaté que parte de mis impuestos son bien usados, aprecié que mi ciudad estuviera limpia, pero sobre todo, recordé que para Dios, no pasan inadvertidas las personas de uniforme amarillo.


leonardolombar@gmail.com