/ lunes 14 de enero de 2019

Los aspirantes priistas

Siendo del todo honestos, ninguno de los priistas que hoy pretenden ser candidatos o cuyo nombre se menciona reúne estos atributos o condiciones, vamos, hay quienes ni siquiera pueden reunir uno.

El calendario político-electoral en México señala que en este 2019 habrá, otra vez, proceso electoral. Concretamente en Durango se renovarán los 39 ayuntamientos en que política y administrativamente se divide la entidad, aunque el verdadero interés está en el futuro proceso que elegirá al nuevo inquilino del Centro de Convenciones Bicentenario; quien gane la Alcaldía en la capital del estado será un serio contendiente para 2022.

Bajo este contexto, los diversos actores y grupos de interés han comenzado a mover desde finales del año anterior y principios de este la palestra política en el estado; hay personajes que son mencionados y otros que han manifestado abiertamente su intención de ser candidatos.

En esta reflexión nos ocuparemos de los pocos priistas que aún quedan y que comienzan a levantar la mano, aunque la verdad de las cosas no se alcanza a ver uno que pueda, ya no digamos ganar la elección, sino ser competitivo y remontar los últimos lugares que el Revolucionario Institucional ha ocupado en las dos recientes jornadas electorales.

Para lograrlo, el candidato debe reunir estos 4 atributos o condiciones:

1. Tener el apoyo del Partido, esto es, de Ismael Hernández Deras. Para nadie es un secreto que el diputado federal es quien manda y mueve los hilos en lo que queda del PRI en Durango; 2. No tener el rechazo infranqueable de la sociedad civil. Situación harto complicada, la sola marca PRI genera rechazo; 3. Contar con un sólido respaldo económico. Como sabemos, las elecciones se ganan con dinero y el que da el INE no es suficiente; y 4. Tener la habilidad de construir un argumento que le permita utilizar los desvaríos -que no son pocos- de los azules y de los guindas, sin que el discurso suene hipócrita y quejumbroso.

Siendo del todo honestos, ninguno de los priistas que hoy pretenden ser candidatos o cuyo nombre se menciona reúne estos atributos o condiciones, vamos, hay quienes ni siquiera pueden reunir uno. Veamos.

Quien ya se destapó fue Gustavo Lugo, un tipo que figuró a finales de los 90’s y principios del 2000, gracias a su amistad con el entonces gobernador Ángel Sergio Guerrero Mier; fue diputado local y federal en una ocasión y presidente del PRI estatal en dos.

Lugo, muy difícilmente tendrá el apoyo de Ismael; ha estado en la banca casi 15 años, mucho tiempo para un político. Si tomamos como referencia la elección de 2018, los que la decidieron fueron los jóvenes de entre 18 y 29 años de edad, los que tenían entre 3 y 14 años cuando Lugo estaba vigente. Sólo ha ganado una elección, a diputado local -la federal fue por la vía plurinominal- y perdió una interna, para la presidencia municipal en 2001, contra Jorge Herrera Delgado (qepd), a pesar de que gozaba de todo el apoyo del gobernador Guerrero Mier.

Otro que se escucha es Arturo Yáñez Cuéllar, actualmente es dirigente estatal de Movimiento Territorial (MT), ha sido diputado local y funcionario de primer nivel en las últimas dos administraciones estatales priistas. Si bien puede ser apoyado por Ismael y gozar del respaldo de la CTM y de MT, muy difícilmente podrá sacudirse la mala percepción que la sociedad tiene del PRI y de la CTM, recordemos que Yáñez fue uno de los grandes perdedores en la elección pasada. El discurso argumentativo y el debate de las ideas no es su fuerte.

El actual presidente estatal del PRI, Luis Enrique Benítez, también tiene pretensiones. Aquí sí hay posibilidades de que Ismael le dé el espaldarazo, es ágil en el discurso, pero, no es bien visto en ningún lado; su actuación como jefe del Partido ha sido por demás lamentable, ha contribuido enormemente al divisionismo interno, se ha peleado con todos los que se podría pelear: militantes, dirigentes y con los liderazgos de los sectores; la sociedad civil lo rechaza por su controvertida personalidad y porque es priista.

Su carrera política se la debe toda a Ismael, sin él muy difícilmente hubiera sido diputado local, recordemos que lo ha sido por la vía plurinominal y sólo una -me parece- mediando elección de por medio, aunque lo fue por la tierra de su patrocinador, por Mezquital. Cuando fue coordinador de la campaña de Esteban Villegas se dice que no metió ni las manos para apoyar a su candidato pero sí para no ayudarlo. Un verdadero estuche de monerías el tal Benítez.

Finalmente, hay quien menciona, precisamente, a Esteban Villegas, candidato perdedor en 2016 de la Gubernatura del Estado y actual diputado local. Sería complicado que Ismael diera su anuencia, Esteban se identifica más dentro del grupo de Herrera Caldera, amén de que ya perdió la madre de todas las elecciones en el Estado.

El dinero no sería problema para el dueño de una concesión pizzera, parece que no le hace mucha falta, dona su sueldo como diputado. En aquello de la percepción no hay mucho qué decir, perdió en 2016.

Sin duda que es complicada la decisión para Ismael Hernández, la que tome, la que sea, generará disgustos entre muchos, coyuntura que podrán hacer valer para dejar las filas del PRI (muchos ya están con un pie en Morena), aunque también puede ser coyuntura para el líder nacional de la CNC, si de cualquier forma se van a enojar, pues que se enojen por algo, puede decidir postular a una mujer, actual diputada local y única ganadora priista en la elección de 2016. Sí, hablamos de Gabriela Hernández López.

Siendo del todo honestos, ninguno de los priistas que hoy pretenden ser candidatos o cuyo nombre se menciona reúne estos atributos o condiciones, vamos, hay quienes ni siquiera pueden reunir uno.

El calendario político-electoral en México señala que en este 2019 habrá, otra vez, proceso electoral. Concretamente en Durango se renovarán los 39 ayuntamientos en que política y administrativamente se divide la entidad, aunque el verdadero interés está en el futuro proceso que elegirá al nuevo inquilino del Centro de Convenciones Bicentenario; quien gane la Alcaldía en la capital del estado será un serio contendiente para 2022.

Bajo este contexto, los diversos actores y grupos de interés han comenzado a mover desde finales del año anterior y principios de este la palestra política en el estado; hay personajes que son mencionados y otros que han manifestado abiertamente su intención de ser candidatos.

En esta reflexión nos ocuparemos de los pocos priistas que aún quedan y que comienzan a levantar la mano, aunque la verdad de las cosas no se alcanza a ver uno que pueda, ya no digamos ganar la elección, sino ser competitivo y remontar los últimos lugares que el Revolucionario Institucional ha ocupado en las dos recientes jornadas electorales.

Para lograrlo, el candidato debe reunir estos 4 atributos o condiciones:

1. Tener el apoyo del Partido, esto es, de Ismael Hernández Deras. Para nadie es un secreto que el diputado federal es quien manda y mueve los hilos en lo que queda del PRI en Durango; 2. No tener el rechazo infranqueable de la sociedad civil. Situación harto complicada, la sola marca PRI genera rechazo; 3. Contar con un sólido respaldo económico. Como sabemos, las elecciones se ganan con dinero y el que da el INE no es suficiente; y 4. Tener la habilidad de construir un argumento que le permita utilizar los desvaríos -que no son pocos- de los azules y de los guindas, sin que el discurso suene hipócrita y quejumbroso.

Siendo del todo honestos, ninguno de los priistas que hoy pretenden ser candidatos o cuyo nombre se menciona reúne estos atributos o condiciones, vamos, hay quienes ni siquiera pueden reunir uno. Veamos.

Quien ya se destapó fue Gustavo Lugo, un tipo que figuró a finales de los 90’s y principios del 2000, gracias a su amistad con el entonces gobernador Ángel Sergio Guerrero Mier; fue diputado local y federal en una ocasión y presidente del PRI estatal en dos.

Lugo, muy difícilmente tendrá el apoyo de Ismael; ha estado en la banca casi 15 años, mucho tiempo para un político. Si tomamos como referencia la elección de 2018, los que la decidieron fueron los jóvenes de entre 18 y 29 años de edad, los que tenían entre 3 y 14 años cuando Lugo estaba vigente. Sólo ha ganado una elección, a diputado local -la federal fue por la vía plurinominal- y perdió una interna, para la presidencia municipal en 2001, contra Jorge Herrera Delgado (qepd), a pesar de que gozaba de todo el apoyo del gobernador Guerrero Mier.

Otro que se escucha es Arturo Yáñez Cuéllar, actualmente es dirigente estatal de Movimiento Territorial (MT), ha sido diputado local y funcionario de primer nivel en las últimas dos administraciones estatales priistas. Si bien puede ser apoyado por Ismael y gozar del respaldo de la CTM y de MT, muy difícilmente podrá sacudirse la mala percepción que la sociedad tiene del PRI y de la CTM, recordemos que Yáñez fue uno de los grandes perdedores en la elección pasada. El discurso argumentativo y el debate de las ideas no es su fuerte.

El actual presidente estatal del PRI, Luis Enrique Benítez, también tiene pretensiones. Aquí sí hay posibilidades de que Ismael le dé el espaldarazo, es ágil en el discurso, pero, no es bien visto en ningún lado; su actuación como jefe del Partido ha sido por demás lamentable, ha contribuido enormemente al divisionismo interno, se ha peleado con todos los que se podría pelear: militantes, dirigentes y con los liderazgos de los sectores; la sociedad civil lo rechaza por su controvertida personalidad y porque es priista.

Su carrera política se la debe toda a Ismael, sin él muy difícilmente hubiera sido diputado local, recordemos que lo ha sido por la vía plurinominal y sólo una -me parece- mediando elección de por medio, aunque lo fue por la tierra de su patrocinador, por Mezquital. Cuando fue coordinador de la campaña de Esteban Villegas se dice que no metió ni las manos para apoyar a su candidato pero sí para no ayudarlo. Un verdadero estuche de monerías el tal Benítez.

Finalmente, hay quien menciona, precisamente, a Esteban Villegas, candidato perdedor en 2016 de la Gubernatura del Estado y actual diputado local. Sería complicado que Ismael diera su anuencia, Esteban se identifica más dentro del grupo de Herrera Caldera, amén de que ya perdió la madre de todas las elecciones en el Estado.

El dinero no sería problema para el dueño de una concesión pizzera, parece que no le hace mucha falta, dona su sueldo como diputado. En aquello de la percepción no hay mucho qué decir, perdió en 2016.

Sin duda que es complicada la decisión para Ismael Hernández, la que tome, la que sea, generará disgustos entre muchos, coyuntura que podrán hacer valer para dejar las filas del PRI (muchos ya están con un pie en Morena), aunque también puede ser coyuntura para el líder nacional de la CNC, si de cualquier forma se van a enojar, pues que se enojen por algo, puede decidir postular a una mujer, actual diputada local y única ganadora priista en la elección de 2016. Sí, hablamos de Gabriela Hernández López.