/ miércoles 26 de junio de 2019

Tacos mejor preparados que…¡las autoridades!

¿Ya supieron, ya se enteraron; sí les dijeron, ya saben? ¡Qué les cuento, agárrense, ahí les va, fíjense que! Fueron entre otras las frases o vocablos introductorios con que se contaba un chisme.

Para las personas serias, formales, firmes, era degradante el chismorreo; pero para los comunicativos profesionales, que los hay, es motivo de orgullo, es un estatus y para justificarlo acuñaron como autodefensa su propio eslogan: “El dinero y los chismes son para contarse”.

El hombre (o mujer) importante, debe estar enterado de todo, debe compartir su información con una maquillada: como me lo platicaron se los platico; sin quitarle ni ponerle. En cambio los críticos de esos quehaceres los identifican de formas varias: lengua viperina, víbora, Judas, serpiente; en fin ese fue el mundo del chisme.

Nuestro buen amigo y consejero de cabecera de temas de diversa índole, don Jesús González Leal, Chis Chas cantó un himno sobre el particular y dice: “Tiene un defecto mi comadre Celedonia / es el ve y dile de toda la colonia / anda contando que la güera Casimira / tiene sus carnes blandas como gelatina / luego se pone a chismorrear de Casimira / dicen que beoda muy seguido se le mira / que don Pancracio está esperando que se aviente / la mugre ruca prima hermana del teniente / anda diciendo que don Chón del diecinueve / a nadie paga porque todo se lo debe / que doña Chole ya durmió con el lechero / y que ha aceptado separarse de Severo / que Rosa que presume de bonita / ni de las orejas es la pobre señorita / que doña Cuca no puede pagar la renta / y a cada rato el casero la contenta / disque en el cine vio a la flaca Nicolasa / aquella noche que llegó llorando a casa / dicen que Mari que parece tan decente / donde trabaja ya la convenció el gerente / chisme caliente le dicen a mi comadre / nadie la quiere jija de su pin ma / con la amistad de esas señoras nada gano / debían de darles sus nalgadas pa’ ponerlas bien a mano”.

El chismoso fue un eficientísimo medio de comunicación y como la sociedad los tenía perfectamente ubicados, cuando alguien pretendía hacer llegar un mensaje positivo o negativo, bueno o malo, recurría a los servicios, a los oficios del comunicólogo a sabiendas de que más se tardaría en comentárselo, que el otro en hacerlo llegar a su destinatario. Eran las empresas de mensajería en ciernes.

En este espacio le dimos a conocer cómo, el siempre bien recordado Nacho Ibarra Pérez “El Caliente”, en las canchas del Club de Tenis Guadiana combatió con la fiera de la raqueta y el orgullo de Santa María del Oro salió triunfante en ese duelo. Su hazaña no debía quedar encerrada en las bardas del recinto.

La salvación fue un conocido personaje famoso por sus “entregas inmediatas” de forma tal que lo encaró y le dijo esto: “Sabrás que este día he derrotado al otrora campeón con un marcador por demás holgado. Vas a decir que a ti eso que te importa y convengo contigo, pero te lo platico porque quiero que en media hora lo sepa todo Durango”. De esa magnitud eran las credenciales del fulano.

Gracias a la aparición de las redes sociales, tales comunicantes tienden a desaparecer, basta con encender el celular para que nos demos cuenta de lo que está sucediendo en este momento al otro lado del mundo. Fue de esta forma, como supimos de la existencia de los famosos tacos La Caverna y nos enteramos de que allá en Puebla existe un poblado que se llama Chignautla, aunque parezca altisonante.

Pero eso no es todo, el propietario del negocio tuvo la ingeniosa idea de llamar más la atención a su restaurante y escogió como distintivo el siguiente enunciado: “Nuestros tacos, mejor preparados que autoridades”.

El Cabildo en pleno que padece una galopante dermatitis, ocasionada por la hipersensibilidad de su epidermis, se sintió ofendido; de una manera perentoria y tiránica ordenó que retiraran la leyenda o de lo contrario se atuviera a las consecuencias, que no son otras que cerrar en definitiva el espacio gastronómico.

El responsable del comunicado fue uno de los regidores integrante de la Comisión de Industria, Comercio, Agricultura y Ganadería, Silvano Lucas Bautista, quien emitió la notificación justificándola, con el hecho de que “está prohibida la instalación de anuncios con fines ofensivos a las personas físicas o morales, conminándolo “de la manera más atenta” a retirar su anuncio publicitario por motivo de la expresión ofensiva hacia las autoridades”.

Por ahora, no sabemos si el dueño del ya afamado restaurante acató la disposición o tiró a Silvano… al “lucas”.

¿Ya supieron, ya se enteraron; sí les dijeron, ya saben? ¡Qué les cuento, agárrense, ahí les va, fíjense que! Fueron entre otras las frases o vocablos introductorios con que se contaba un chisme.

Para las personas serias, formales, firmes, era degradante el chismorreo; pero para los comunicativos profesionales, que los hay, es motivo de orgullo, es un estatus y para justificarlo acuñaron como autodefensa su propio eslogan: “El dinero y los chismes son para contarse”.

El hombre (o mujer) importante, debe estar enterado de todo, debe compartir su información con una maquillada: como me lo platicaron se los platico; sin quitarle ni ponerle. En cambio los críticos de esos quehaceres los identifican de formas varias: lengua viperina, víbora, Judas, serpiente; en fin ese fue el mundo del chisme.

Nuestro buen amigo y consejero de cabecera de temas de diversa índole, don Jesús González Leal, Chis Chas cantó un himno sobre el particular y dice: “Tiene un defecto mi comadre Celedonia / es el ve y dile de toda la colonia / anda contando que la güera Casimira / tiene sus carnes blandas como gelatina / luego se pone a chismorrear de Casimira / dicen que beoda muy seguido se le mira / que don Pancracio está esperando que se aviente / la mugre ruca prima hermana del teniente / anda diciendo que don Chón del diecinueve / a nadie paga porque todo se lo debe / que doña Chole ya durmió con el lechero / y que ha aceptado separarse de Severo / que Rosa que presume de bonita / ni de las orejas es la pobre señorita / que doña Cuca no puede pagar la renta / y a cada rato el casero la contenta / disque en el cine vio a la flaca Nicolasa / aquella noche que llegó llorando a casa / dicen que Mari que parece tan decente / donde trabaja ya la convenció el gerente / chisme caliente le dicen a mi comadre / nadie la quiere jija de su pin ma / con la amistad de esas señoras nada gano / debían de darles sus nalgadas pa’ ponerlas bien a mano”.

El chismoso fue un eficientísimo medio de comunicación y como la sociedad los tenía perfectamente ubicados, cuando alguien pretendía hacer llegar un mensaje positivo o negativo, bueno o malo, recurría a los servicios, a los oficios del comunicólogo a sabiendas de que más se tardaría en comentárselo, que el otro en hacerlo llegar a su destinatario. Eran las empresas de mensajería en ciernes.

En este espacio le dimos a conocer cómo, el siempre bien recordado Nacho Ibarra Pérez “El Caliente”, en las canchas del Club de Tenis Guadiana combatió con la fiera de la raqueta y el orgullo de Santa María del Oro salió triunfante en ese duelo. Su hazaña no debía quedar encerrada en las bardas del recinto.

La salvación fue un conocido personaje famoso por sus “entregas inmediatas” de forma tal que lo encaró y le dijo esto: “Sabrás que este día he derrotado al otrora campeón con un marcador por demás holgado. Vas a decir que a ti eso que te importa y convengo contigo, pero te lo platico porque quiero que en media hora lo sepa todo Durango”. De esa magnitud eran las credenciales del fulano.

Gracias a la aparición de las redes sociales, tales comunicantes tienden a desaparecer, basta con encender el celular para que nos demos cuenta de lo que está sucediendo en este momento al otro lado del mundo. Fue de esta forma, como supimos de la existencia de los famosos tacos La Caverna y nos enteramos de que allá en Puebla existe un poblado que se llama Chignautla, aunque parezca altisonante.

Pero eso no es todo, el propietario del negocio tuvo la ingeniosa idea de llamar más la atención a su restaurante y escogió como distintivo el siguiente enunciado: “Nuestros tacos, mejor preparados que autoridades”.

El Cabildo en pleno que padece una galopante dermatitis, ocasionada por la hipersensibilidad de su epidermis, se sintió ofendido; de una manera perentoria y tiránica ordenó que retiraran la leyenda o de lo contrario se atuviera a las consecuencias, que no son otras que cerrar en definitiva el espacio gastronómico.

El responsable del comunicado fue uno de los regidores integrante de la Comisión de Industria, Comercio, Agricultura y Ganadería, Silvano Lucas Bautista, quien emitió la notificación justificándola, con el hecho de que “está prohibida la instalación de anuncios con fines ofensivos a las personas físicas o morales, conminándolo “de la manera más atenta” a retirar su anuncio publicitario por motivo de la expresión ofensiva hacia las autoridades”.

Por ahora, no sabemos si el dueño del ya afamado restaurante acató la disposición o tiró a Silvano… al “lucas”.