/ viernes 8 de abril de 2022

“Terminas y te vas”

En la marcha convocada por organizaciones realizada hace unos días en la Ciudad de México, se escuchó la frase en clara alusión a López Obrador: “Terminas y te vas… a tu casa de Tabasco”. Y nos parece que están en su legítimo derecho de utilizar este y otro tipo de consignas en contra del presidente de la República.

Todo se da en el contexto de la revocación de mandato, a celebrarse el próximo domingo. La oposición y los adversarios de AMLO no aprovecharon o no pudieron organizarse para conseguir el 40 por ciento del padrón electoral, y que este ejercicio ciudadano fuera vinculante, como lo establece el artículo 35 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Por otra parte, quienes desean que López Obrador no siga como presidente de México, están tirando a la basura lo que dice el artículo 39 de nuestra constitución: “La soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo, éste tiene en todo momento el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de gobierno”. Y eso es la revocación de mandato.

A nivel nacional y local, el PRI, PAN y PRD, le están llamando a los ciudadanos a que no acudan a votar el próximo domingo. Afirman que la revocación es un fraude, porque de todas maneras López Obrador seguirá como presidente. En eso tienen razón, si no votan 36 millones de mexicanos el resultado no será vinculante. Pero los partidos antes mencionados, no asumen su responsabilidad histórica de llevar a 19 o 20 millones de electores en contra de AMLO, porque simple y sencillamente nunca hubieran podido conseguir los votos para que se vaya López Obrador.

El tema que ocultan el PRI, PAN y PRD, es el fondo político de lo que significa la revocación de mandato, esto tiene que ver con el corto, mediano y largo plazo. Sentar un precedente histórico, consiguiendo que se vaya AMLO en el pecado, podrían llevar la penitencia. Ellos ya tienen su plan: Están seguros de que, yendo juntos PAN, PRI y PRD, ganarán la presidencia de la República, cosa que está por verse.

Pero eso no impide que hagan cuentan alegres. Suponiendo, sin conceder, que se alzaran con la victoria en 2024, ¿Se imaginan a Alito, Marko Cortés o Ricardo Anaya como presidente cualquiera de ellos y que a los tres años mediante la revocación de mandato tuvieran que irse? Ese riesgo jamás lo van a correr y por eso no quieren la revocación.

Los partidos de oposición afirman que AMLO fue electo para ser seis años presidente de la República, de acuerdo a la Constitución y debe terminar su mandato. ¿Entonces, para qué sirve que esté en la constitución el derecho de los ciudadanos para decidir que un presidente se vaya o se quede?

La sociedad no tiene por qué soportar a un presidente de la República, a un gobernador o a un presidente municipal que no cumple sus promesas de campaña, que comete actos de corrupción, de nepotismo, hacer rico a sus amigos, utilizar recursos públicos para amasar sus fortunas personales y otras linduras. No podemos permitirles de ahora en adelante que terminen el periodo para el que fueron electos, según sea el caso.

Sin duda alguna la partidocracia podría salirse con la suya, es imposible que vote el 40% que el padrón electoral. Es una lástima que los 1,500 millones de pesos de nuestros impuestos los tiren a la basura, eso se gastará, vayamos o no a votar. Para variar, el INE se lavará las manos y dirá: Con esa cantidad fue imposible instalar todas las casillas, no se sorprenda si la casilla que le corresponde le quede muy lejos de su domicilio.

El INE dirá: Hicimos todo lo posible, pero eso no lo exime de ser responsable del éxito o del fracaso de la revocación de mandato.

En la marcha convocada por organizaciones realizada hace unos días en la Ciudad de México, se escuchó la frase en clara alusión a López Obrador: “Terminas y te vas… a tu casa de Tabasco”. Y nos parece que están en su legítimo derecho de utilizar este y otro tipo de consignas en contra del presidente de la República.

Todo se da en el contexto de la revocación de mandato, a celebrarse el próximo domingo. La oposición y los adversarios de AMLO no aprovecharon o no pudieron organizarse para conseguir el 40 por ciento del padrón electoral, y que este ejercicio ciudadano fuera vinculante, como lo establece el artículo 35 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Por otra parte, quienes desean que López Obrador no siga como presidente de México, están tirando a la basura lo que dice el artículo 39 de nuestra constitución: “La soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo, éste tiene en todo momento el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de gobierno”. Y eso es la revocación de mandato.

A nivel nacional y local, el PRI, PAN y PRD, le están llamando a los ciudadanos a que no acudan a votar el próximo domingo. Afirman que la revocación es un fraude, porque de todas maneras López Obrador seguirá como presidente. En eso tienen razón, si no votan 36 millones de mexicanos el resultado no será vinculante. Pero los partidos antes mencionados, no asumen su responsabilidad histórica de llevar a 19 o 20 millones de electores en contra de AMLO, porque simple y sencillamente nunca hubieran podido conseguir los votos para que se vaya López Obrador.

El tema que ocultan el PRI, PAN y PRD, es el fondo político de lo que significa la revocación de mandato, esto tiene que ver con el corto, mediano y largo plazo. Sentar un precedente histórico, consiguiendo que se vaya AMLO en el pecado, podrían llevar la penitencia. Ellos ya tienen su plan: Están seguros de que, yendo juntos PAN, PRI y PRD, ganarán la presidencia de la República, cosa que está por verse.

Pero eso no impide que hagan cuentan alegres. Suponiendo, sin conceder, que se alzaran con la victoria en 2024, ¿Se imaginan a Alito, Marko Cortés o Ricardo Anaya como presidente cualquiera de ellos y que a los tres años mediante la revocación de mandato tuvieran que irse? Ese riesgo jamás lo van a correr y por eso no quieren la revocación.

Los partidos de oposición afirman que AMLO fue electo para ser seis años presidente de la República, de acuerdo a la Constitución y debe terminar su mandato. ¿Entonces, para qué sirve que esté en la constitución el derecho de los ciudadanos para decidir que un presidente se vaya o se quede?

La sociedad no tiene por qué soportar a un presidente de la República, a un gobernador o a un presidente municipal que no cumple sus promesas de campaña, que comete actos de corrupción, de nepotismo, hacer rico a sus amigos, utilizar recursos públicos para amasar sus fortunas personales y otras linduras. No podemos permitirles de ahora en adelante que terminen el periodo para el que fueron electos, según sea el caso.

Sin duda alguna la partidocracia podría salirse con la suya, es imposible que vote el 40% que el padrón electoral. Es una lástima que los 1,500 millones de pesos de nuestros impuestos los tiren a la basura, eso se gastará, vayamos o no a votar. Para variar, el INE se lavará las manos y dirá: Con esa cantidad fue imposible instalar todas las casillas, no se sorprenda si la casilla que le corresponde le quede muy lejos de su domicilio.

El INE dirá: Hicimos todo lo posible, pero eso no lo exime de ser responsable del éxito o del fracaso de la revocación de mandato.