Graves y tendenciosas declaraciones
Éstas pronunciadas por el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, el cual afirmó que en nuestro país, hay regiones donde el narcotráfico cuenta con gobiernos paralelos. ¡Así de claro!
Lo antes planteado, se puede explicar mencionando la “pax narca” ésta entendida como un acuerdo que establecen un determinado gobierno legal y un grupo delictivo. Y esto por un lado, contribuye a una relativa “seguridad” ya que por lo general se controlan los delitos de alto impacto como el secuestro.
No obstante, esto tiene su recompensa y los narcos se la cobran y bien, no nada más están controlando las policías, sino hay casos que controlan hasta la obra pública. Tal esquema, pone de manifiesto el sometimiento de los gobiernos al pactar.
Oportuno recordar cuando el entonces gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, se jactaba que su Estado figuraba entre los 5 más seguros a nivel nacional, y en efecto lo fue ya que era un santuario de “Los Zetas” y éstos tenían un control absoluto. El problema derivó con el cambio de gobierno, se fue Fidel Herrera y entro Javier Duarte y con tal sucesión, se desató la lucha por el control territorial entre varios carteles y con ello el infierno.
Volviendo a las declaraciones del embajador, éstas pueden significar o anunciar que Estados Unidos a través de su Congreso, pudieran clasificar a los carteles mexicanos como organizaciones terroristas. De darse tal iniciativa en el Capitolio, México tendría una soberanía muy relativa, ya que cuando lo determine el gobierno del “tío Sam” los “güeros” con cascos azules podrán ingresar al país para fines específicos.
Ante todo lo planteado, oportuno comentar, aunque nos duela como mexicanos, que el citado embajador tiene razón; ya no podemos seguir simulando o “queriendo tapar el sol con un dedo”. Aquí la gran incógnita, es si el gobierno federal está dispuesto a colaborar con los americanos para atacar frontalmente al narcotráfico. Que se vaya a coordinar, está por verse, pero lo que ya no puede esperar es el cambio en el plan en seguridad pública y éste tiene que ser estructural y de fondo, de lo contrario México seguirá enlutado y ensangrentado.
