La Facultad de Economía, Contaduría y Administración (FECA), conmemoró recientemente su 63 aniversario. Desde su fundación en 1958 se ha caracterizado por ser una de las facultades con mejor nivel académico dentro de la UJED.
Pero debemos reconocer que en los últimos dos años se ha convertido en un sólido referente del sistema educativo de nivel superior y de posgrado en Durango, sin dejar de lado el aspecto de la capacitación, su Centro de Desarrollo Empresarial es de primer nivel. El liderazgo con sentido humanista y la gestión inteligente de su director, José Ramón Duarte Carranza, han sido fundamentales al momento de conjugar los esfuerzos de la gran comunidad FECA en aras de la excelencia académica, de modernidad en los procesos administrativos y de infraestructura.
Desde el inicio de su gestión, el doctor Duarte le apostó al tema de las acreditaciones externas de los programas de estudio como elemento para alcanzar la calidad educativa; las carreras de contador público y de administración fueron re-acreditadas por el Consejo de Acreditación en la Enseñanza de la Contaduría y Administración (CACECA). También se diseñó un plan de estudios que les da a los alumnos de quinto a noveno semestre un espacio de tiempo de 9 de la mañana a 3 de la tarde para que puedan incorporarse al mercado laboral.
La FECA fue de las pocas instituciones que generó mecanismos e instrumentos para hacer frente a la nueva realidad causada por la Covid-19, capacitó a sus docentes con cursos, tutoriales y servicios de atención en línea y vía wats app para que pudieran dar clases en las mejores condiciones. También creó, con personal y recursos propios, el Sistema Único de Monitoreo y Administración (SUMA), que permite a los alumnos y docentes, desde la comodidad de un dispositivo móvil, realizar procesos y trámites, como inscribirse, seleccionar su horario, consultar fechas y programar exámenes, todo sin necesidad de acudir a la facultad.
Este tiro de precisión dado por Duarte Carranza le permite hoy plantear estas posibles opciones, según sea el caso: 1. Regresar a clases presenciales en agosto; o 2. Continuar las clases en línea con la certeza de que existen mecanismos e instrumentos idóneos para ello. Serán las autoridades y los alumnos quienes decidirán, por lo pronto la FECA se declara lista para ambos escenarios.
No debe pasar desapercibido el apoyo que Rubén Solís Ríos le ha dado a la FECA.
