/ lunes 12 de agosto de 2019

Otra vez la FECA

Transparencia en la asignación de materias y de tiempos completos, es una de las principales y añeja exigencia de un sector importante dentro de la comunidad académica de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED).

El reclamo encuentra su cauce en el hecho de que algunos directores de unidades académicas reparten entre sus cuates y compadres los espacios docentes, o lo hacen atendiendo a compromisos personales y/o de grupo, violentando sin el más mínimo pudor la Ley Orgánica, el Reglamento de Personal Académico y el Contrato Colectivo de Trabajo de la UJED. En aquellas raras, pero muy raras ocasiones en que lanzan convocatoria para concursar materias, lo hacen en la más absoluta opacidad.

Al parecer los nuevos vientos que soplan de la vieja casona de la calle Constitución hacen suponer que las cosas pueden cambiar, el rector Rubén Solís Ríos ha sido tajante en el discurso al señalar que los concursos de oposición serán el instrumento que se utilizará para ocupar las materias y tiempos completos vacantes en la Máxima Casa de Estudios, aunque también reconoció que hay resistencias.

Por lo pronto diremos que el mensaje fue atendido de manera impecable por la Facultad de Economía, Contaduría y Administración (FECA), unidad académica que se ha caracterizado en el tiempo por ser congruente en la búsqueda de la excelencia educativa, lo que en los hechos ha logrado.

En efecto, podemos sostener que la FECA es un ejemplo en el ámbito académico: ha impulsado la educación virtual, el uso de la web para agilizar trámites de alumnos y docentes, se involucró en el aspecto de la mejora de los procesos educativos y le apostó como pocos a la certificación de sus programas de estudio, lo que le ha valido obtener acreditaciones por parte de organismos externos, nacionales e internacionales, como CACECA y CACSLA. Pero también es ejemplo en el espectro de la transparencia en la asignación de materias. Veamos.

El director José Ramón Duarte Carranza mostró que la mejor manera de hacer las cosas es con transparencia. En la FECA se concursaron 70 materias, algunas en calidad de temporales, para cubrir a aquellos docentes que por una u otra razón no pueden atender su clase, la convocatoria estuvo visible en el portal de la UJED desde los primeros días del mes de julio, los aspirantes -internos y externos- tuvieron más de 20 días para preparar su inscripción, se conformó un jurado imparcial y especializado en cada materias a exponer y la convocatoria fue clara en cuanto a los aspectos que se iban a evaluar.

¿Cuál es el resultado de esto? Al margen de que los ganadores representan el mejor perfil -que no es un tema menor-, se evitaron suspicacias y conflictos pos-concursales. Esto no lo digo yo con tinta, lo demuestra el hecho de que el ciclo escolar “B” 2019 correspondiente al periodo agosto-diciembre inició sin mayores contratiempos, pero lo más importante: todos están satisfechos con el obrar de Duarte, lo que sin duda se verá reflejado en el esfuerzo cotidiano, es ese que ha logrado los blasones ya apuntados.

Así las cosas, cuando los procesos no son transparentes ni apegados a la norma los resultados son cuestionables, amén de que se genera un ambiente poco agradable para trabajar, está cargado de malestar por las formas, ahí está el caso de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas (FaderyCipol), que no acaba de resolver los problemas que quedaron del controversial concurso que realizó hace poco más de un año, en donde hubo múltiples impugnaciones y hasta amparos. Es lamentable que a pesar del tiempo las cosas no se hayan resuelto.

Por cierto, la nueva administración de la FaderyCipol que se estrenó en este ciclo escolar “B” 2019, al no concursar esas materias por la temporalidad que los hechos obligan, dejó pasar una oportunidad sin parangón para refrendar la confianza que le dieron aquellos que votaron por el proyecto, y para mostrarle a los que no lo hicieron que son cabales, a la vez que plegarse a la voluntad del rector de concursar todas las materias vacantes.

Transparencia en la asignación de materias y de tiempos completos, es una de las principales y añeja exigencia de un sector importante dentro de la comunidad académica de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED).

El reclamo encuentra su cauce en el hecho de que algunos directores de unidades académicas reparten entre sus cuates y compadres los espacios docentes, o lo hacen atendiendo a compromisos personales y/o de grupo, violentando sin el más mínimo pudor la Ley Orgánica, el Reglamento de Personal Académico y el Contrato Colectivo de Trabajo de la UJED. En aquellas raras, pero muy raras ocasiones en que lanzan convocatoria para concursar materias, lo hacen en la más absoluta opacidad.

Al parecer los nuevos vientos que soplan de la vieja casona de la calle Constitución hacen suponer que las cosas pueden cambiar, el rector Rubén Solís Ríos ha sido tajante en el discurso al señalar que los concursos de oposición serán el instrumento que se utilizará para ocupar las materias y tiempos completos vacantes en la Máxima Casa de Estudios, aunque también reconoció que hay resistencias.

Por lo pronto diremos que el mensaje fue atendido de manera impecable por la Facultad de Economía, Contaduría y Administración (FECA), unidad académica que se ha caracterizado en el tiempo por ser congruente en la búsqueda de la excelencia educativa, lo que en los hechos ha logrado.

En efecto, podemos sostener que la FECA es un ejemplo en el ámbito académico: ha impulsado la educación virtual, el uso de la web para agilizar trámites de alumnos y docentes, se involucró en el aspecto de la mejora de los procesos educativos y le apostó como pocos a la certificación de sus programas de estudio, lo que le ha valido obtener acreditaciones por parte de organismos externos, nacionales e internacionales, como CACECA y CACSLA. Pero también es ejemplo en el espectro de la transparencia en la asignación de materias. Veamos.

El director José Ramón Duarte Carranza mostró que la mejor manera de hacer las cosas es con transparencia. En la FECA se concursaron 70 materias, algunas en calidad de temporales, para cubrir a aquellos docentes que por una u otra razón no pueden atender su clase, la convocatoria estuvo visible en el portal de la UJED desde los primeros días del mes de julio, los aspirantes -internos y externos- tuvieron más de 20 días para preparar su inscripción, se conformó un jurado imparcial y especializado en cada materias a exponer y la convocatoria fue clara en cuanto a los aspectos que se iban a evaluar.

¿Cuál es el resultado de esto? Al margen de que los ganadores representan el mejor perfil -que no es un tema menor-, se evitaron suspicacias y conflictos pos-concursales. Esto no lo digo yo con tinta, lo demuestra el hecho de que el ciclo escolar “B” 2019 correspondiente al periodo agosto-diciembre inició sin mayores contratiempos, pero lo más importante: todos están satisfechos con el obrar de Duarte, lo que sin duda se verá reflejado en el esfuerzo cotidiano, es ese que ha logrado los blasones ya apuntados.

Así las cosas, cuando los procesos no son transparentes ni apegados a la norma los resultados son cuestionables, amén de que se genera un ambiente poco agradable para trabajar, está cargado de malestar por las formas, ahí está el caso de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas (FaderyCipol), que no acaba de resolver los problemas que quedaron del controversial concurso que realizó hace poco más de un año, en donde hubo múltiples impugnaciones y hasta amparos. Es lamentable que a pesar del tiempo las cosas no se hayan resuelto.

Por cierto, la nueva administración de la FaderyCipol que se estrenó en este ciclo escolar “B” 2019, al no concursar esas materias por la temporalidad que los hechos obligan, dejó pasar una oportunidad sin parangón para refrendar la confianza que le dieron aquellos que votaron por el proyecto, y para mostrarle a los que no lo hicieron que son cabales, a la vez que plegarse a la voluntad del rector de concursar todas las materias vacantes.