/ lunes 26 de noviembre de 2018

Prueba superada en la UJED

La reconstrucción de la FEUD es otro aspecto que deberá encabezar el nuevo rector; no se requiere ser agorero para saber que Favián Arrieta dejará de ser el presidente, la Comisión de Honor y Justicia, o lo suspenderá, o lo expulsará de la Universidad.

El auditorio universitario abrió sus puertas, eran las 8 de la mañana del viernes 23 de noviembre de 2018, todo estaba preparado para el inicio de la jornada comicial en la que se elegiría al Rector de la Máxima Casa de Estudios. Las cámaras de TV UJED estaban dispuestas para dar fiel testimonio de las 9 horas que duró el proceso.

Sería ocioso negar que se respiraba en el ambiente un aire cargado de cierto nerviosismo entre la sociedad duranguense por el hecho, los universitarios llevan a cuestas una no muy buena reputación cuando se trata de estos menesteres, la violencia ha sido la constante en los últimos tiempos.

Pero en esta ocasión la excepción no hizo la regla y los universitarios demostraron una civilidad democrática sin parangón; acudieron a votar 1,853 personas, algo así como el 85% del padrón. Rubén Solís ganó con 1071 votos, casi el 60% de los concejales creyeron en su proyecto y decidieron ungirlo como rector para los próximos seis años.

Lo que adjetiva la jornada como histórica son dos hechos: Primero, la copiosidad de maestros, alumnos y trabajadores que fueron a votar, hubo momentos en que la fila llegaba, desde el auditorio hasta la puerta principal del Edificio Central; y segundo, que no se registraran conatos de violencia.

Mucho ayudó a ello que los dos candidatos perdedores, Jorge Cisneros y Manuel Murillo, aceptaran los resultados, bueno, ante la contundencia de los números no tenían muchas opciones, y desde luego, la detención de Favián Arrieta, el gobernador mandó un claro mensaje de que no le tiembla la mano.

A propósito de la contundencia de los resultados, será interesante ver qué hará Rubén Solís con esos votos. Como lo señalamos en la colaboración anterior, son muchas las voluntades que se conjugaron para apoyarlo, ahora todos le harán saber que ganó por su apoyo; no creo –lo repito- que la manta Universitaria alcance para cubrirlos a todos.

Solís deberá tener un pulso quirúrgico para lograr que los diferentes grupos que integraron su proyecto desde el inicio, más los que se le fueron sumando en el camino y los que se sumarán ahora, conformen uno solo, y no pase lo que ocurre en la administración estatal que está escindida en al menos cuatro grupos, con resultados poco óptimos para la buena marcha del Estado.

Hay retos importantes que deberá atender, el académico es sin duda uno de los más imperiosos; mover del lugar 47 de 50 a la Universidad será una tarea de mediano plazo, en dos años debe ir avanzando lugares sin duda. Ahora que se dice se recuperó la autonomía será posible hacerlo, recordemos que los integrantes del frente por la autonomía esgrimían que la falta de autonomía daba como resultado la nimia calidad académica y por ende el lugar que hoy se ocupa.

La reconstrucción de la FEUD es otro aspecto que deberá encabezar el nuevo rector; no se requiere ser agorero para saber que Favián Arrieta dejará de ser el presidente, la Comisión de Honor y Justicia, o lo suspenderá, o lo expulsará de la Universidad, con lo que dejará de ser alumno, y por tanto, no podrá ser más el representante estudiantil (al momento de escribir esta reflexión la comisión aún no se reunía).

Con el respeto que debe observar hacia una organización que es estudiantil, Rubén Solís debe ser un referente importante para que la FEUD sea lo que hasta el momento no ha sido, una federación para los estudiantes.

Resulta ominoso para el que esto escribe ver “estudiantes” de más de 30 años metidos en la política estudiantil, no quieren salir de la UJED porque han vivido de las grillas, son utilizados para “mover” a los alumnos en cada elección, ya sea de sociedades de alumnos, de la FEUD, de directores de unidades académicas y de rector. Reprueban constantemente sin importarles porque no quieren dejar de ser “estudiantes”, están enquistados en la Universidad.

Pero en fin, por lo pronto es tiempo de celebrar la civilidad democrática de los universitarios, es grato equivocarse en situaciones como esta en que le dan a uno en la cara con un comportamiento contrario al que se vaticinaba. Debemos decir con júbilo: Prueba superada en la UJED.


La reconstrucción de la FEUD es otro aspecto que deberá encabezar el nuevo rector; no se requiere ser agorero para saber que Favián Arrieta dejará de ser el presidente, la Comisión de Honor y Justicia, o lo suspenderá, o lo expulsará de la Universidad.

El auditorio universitario abrió sus puertas, eran las 8 de la mañana del viernes 23 de noviembre de 2018, todo estaba preparado para el inicio de la jornada comicial en la que se elegiría al Rector de la Máxima Casa de Estudios. Las cámaras de TV UJED estaban dispuestas para dar fiel testimonio de las 9 horas que duró el proceso.

Sería ocioso negar que se respiraba en el ambiente un aire cargado de cierto nerviosismo entre la sociedad duranguense por el hecho, los universitarios llevan a cuestas una no muy buena reputación cuando se trata de estos menesteres, la violencia ha sido la constante en los últimos tiempos.

Pero en esta ocasión la excepción no hizo la regla y los universitarios demostraron una civilidad democrática sin parangón; acudieron a votar 1,853 personas, algo así como el 85% del padrón. Rubén Solís ganó con 1071 votos, casi el 60% de los concejales creyeron en su proyecto y decidieron ungirlo como rector para los próximos seis años.

Lo que adjetiva la jornada como histórica son dos hechos: Primero, la copiosidad de maestros, alumnos y trabajadores que fueron a votar, hubo momentos en que la fila llegaba, desde el auditorio hasta la puerta principal del Edificio Central; y segundo, que no se registraran conatos de violencia.

Mucho ayudó a ello que los dos candidatos perdedores, Jorge Cisneros y Manuel Murillo, aceptaran los resultados, bueno, ante la contundencia de los números no tenían muchas opciones, y desde luego, la detención de Favián Arrieta, el gobernador mandó un claro mensaje de que no le tiembla la mano.

A propósito de la contundencia de los resultados, será interesante ver qué hará Rubén Solís con esos votos. Como lo señalamos en la colaboración anterior, son muchas las voluntades que se conjugaron para apoyarlo, ahora todos le harán saber que ganó por su apoyo; no creo –lo repito- que la manta Universitaria alcance para cubrirlos a todos.

Solís deberá tener un pulso quirúrgico para lograr que los diferentes grupos que integraron su proyecto desde el inicio, más los que se le fueron sumando en el camino y los que se sumarán ahora, conformen uno solo, y no pase lo que ocurre en la administración estatal que está escindida en al menos cuatro grupos, con resultados poco óptimos para la buena marcha del Estado.

Hay retos importantes que deberá atender, el académico es sin duda uno de los más imperiosos; mover del lugar 47 de 50 a la Universidad será una tarea de mediano plazo, en dos años debe ir avanzando lugares sin duda. Ahora que se dice se recuperó la autonomía será posible hacerlo, recordemos que los integrantes del frente por la autonomía esgrimían que la falta de autonomía daba como resultado la nimia calidad académica y por ende el lugar que hoy se ocupa.

La reconstrucción de la FEUD es otro aspecto que deberá encabezar el nuevo rector; no se requiere ser agorero para saber que Favián Arrieta dejará de ser el presidente, la Comisión de Honor y Justicia, o lo suspenderá, o lo expulsará de la Universidad, con lo que dejará de ser alumno, y por tanto, no podrá ser más el representante estudiantil (al momento de escribir esta reflexión la comisión aún no se reunía).

Con el respeto que debe observar hacia una organización que es estudiantil, Rubén Solís debe ser un referente importante para que la FEUD sea lo que hasta el momento no ha sido, una federación para los estudiantes.

Resulta ominoso para el que esto escribe ver “estudiantes” de más de 30 años metidos en la política estudiantil, no quieren salir de la UJED porque han vivido de las grillas, son utilizados para “mover” a los alumnos en cada elección, ya sea de sociedades de alumnos, de la FEUD, de directores de unidades académicas y de rector. Reprueban constantemente sin importarles porque no quieren dejar de ser “estudiantes”, están enquistados en la Universidad.

Pero en fin, por lo pronto es tiempo de celebrar la civilidad democrática de los universitarios, es grato equivocarse en situaciones como esta en que le dan a uno en la cara con un comportamiento contrario al que se vaticinaba. Debemos decir con júbilo: Prueba superada en la UJED.